Luna Rebelde
la oscuridad de la noche y la crueldad de los rogues. Las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos, pero su corazón se negaba a creer lo que veía. No podía ser verdad. No
rme así! -suplicó Selene, con la voz quebrada
pezó a exudar un líquido rojo acuoso, muy parecido a la sangre, su cuerpo tembló terriblemente y los
o de su amado con ambas manos antes de unir s
s pruebas contundentes, Selene se aferró a la esperanza frágil de que todo era una pesadilla de la que pronto despertaría. Se negaba a aceptar que su destino había sido arrebatado tan cruelmente, que el amor que había encontrad