Ven, acércate
conocerían. ¡Era la famosa est
residente, y luego entró sin problemas en el círculo de entretenimiento. Sin embargo, todavía estaba reservada después de que el pres
lpear el volante con las manos hasta que se subió a su automóvil. Ella entrecerró los ojo
e tres meses, él todavía no acudió a ella, pero ella escuchó el rumor de que Max encontró a otra mujer rica, lo que hizo que Bertha se inquietara, por lo que fue a verlo. Sin embargo, Ma
ndiría. ¡En este mundo, solo
a más y más rumores sobre ella en la compañía, lo cual era
la apartó la vista de la computadora. Al ver el n
esta tarde. Te ll
eso, Leila esta
nó, colgó el hombre del otro lado de la
Mu temprano porque no sab
, ¿está buscan
te. Leila sonrió torpemente y no sabía cómo responder,
e otra mujer vino aquí? ¡Pero parece que es mucho
¡No está permitido e
la miraban así, así que pensó que era mejor subir las escaleras lo a
Ella no sabía lo que habían dicho, pero la recepcionista se volvió más respetuosa y le dijo:
grac
aceleró sus pasos
te se acercó a ella y le dijo con cortesía: "Señorita S
aci
on un traje, Max estaba mirando algo. Toda la oficina se veía excepcionalment
ó los documentos en sus manos y miró a Leila, qu
pensó en algo. Él le
de pie, no muy lejos de él, y
oy a c
ax frunció el ceño y la miró con fr
eila no dijo nada. Rizando sus l
lo que Leila dudó en estirar la mano para frotar su cálida f
pequeñas manos en su frente eran muy delicadas, y el dueño de sus manos parecía estar lige
Max le pidió que viniera aquí. ¿Fue po
dijo de repente: "Ven a una
e detuvieran. Ella se calmó lentamente y co
ba pasando. Acababa de regresar para hacerse cargo de la empresa, por lo que debe
Era muy tarde en la noche, pero todavía estaba de humor pa
stás pe
y la miraba con una expresión juguetona. Cuando la atraparon con l
ó las cejas y bromeó: "¿Qué? ¿Ni siquiera puedes soportar p
quiso retirar su mano, pero Max la sostuvo con tanta fuerza qu
erza de su gran mano, la jaló sobre sus vueltas y le susurró al oído: "p
na. No bajó las escaleras hasta
ud y el extremo del automóvil maldijo por expertos. Leila mantuvo una cara seria y agarró el cintu
yó que si este hombre quería mantener su vida fuera del asunto
el ceño. Su corazón se hundió. ¡Est
. Ignorando la cara pálida de la pequeña mujer a su lado, se
Ella se esforzó por reprimir sus sentimientos. Luego levantó los
e Max, y levantó ligeramente las comisu
a palpitación en su delicado rostro. Cuando se acerc
lo que deb
la sintió una fuerte amenaza. Sus largas pestañas la
primera opción para las fiestas de clase alta. Leila miró a su alreded
a toda prisa. Leila estaba acostumbrada al estilo de vida de esta ciudad en rápido crecimiento. Con una leve sonrisa en su rostro, caminó haci
te hubiera entrado en la habitación donde habíatantos hombres con diferentes estilos, pero c
erta en este momento. Cuando entró en la habitación privada, encontró a una mujer ent
sentara en el sofá. Estaba acostumbrado a la fuerte mirad
isa cínica en su rostro dijo: "¿Por qu
hombre frente a ella. En un tono apático, dijo, "resuelve primero a l
mente que la forma en que la miraba era algo descarada, como las mir
señaló a la mujer silenciosa vestida de negro con l
inalmente no pudo evitar l
lla
ncluso Leila no pudo contener la respiración.
e se había vuelto muy popular de la noche a la mañana.
el aire sofocante, pero hacía un
la tra
silencio, una voz fría vin