De exesposa humilde a magnate brillante
/0/17825/coverbig.jpg?v=6abd6ed2e94008192eec8f6db5e0e29c&imageMogr2/format/webp)
con este m
r abandonada por una familia adinerada. Tres años de lealtad a
rendon, ansiosa por invitarlo a celebrarlo. Al entrar, sus ojos se posar
go, Brendon notó su mirada y cerró
hombre con voz fría, asegurándose de q
bajó la vista y sus gafas de montura gruesa no lograron ocu
, Christina se dio cuenta de que, después de tres años con ese hombre, nunca perteneció del todo a ese mundo, jam
eño, y su paciencia se agotó al ver a Christi
y sigamos adelante. No te engañes pensando que perteneces a un
o ningún defecto en el aspecto, la figura
a como un plato insípido, fácil de apartar, incapaz de saciarlo. La
s el ceño, y dijo con frialdad: "Tienes tres días para decidirt
empo. Firmaré ahora mismo". Con calma, tomó el bolígr
el juzgado y pronto todas las fo
opresión en el pecho, pero también eme
ón de Brendon se había desvanecido; ya no ma
a esperanza y el desamor, ni más heridas autoinfligid
eños cortes; mejor acabar con todo de una vez. A
lar de Brendon interrumpió l
cupación se dibujó ráp
ue hospitalizada?
oda velocidad, sin detenerse ni siquiera para ofrec
nda, lo abandonaba todo, absor
elegante Bugatti negro y rojo se d
ió del interior con un atrevido at
rtad, Christina. Felicidades por h
as llaves del auto con los ojos brillantes. "¿
uralidad y se dirigió al aut
dijo sin
nto del acompañante. Al pisar a fondo el acelera
velocidad, con el rugido del motor mezclándose
ubieras frenado, le habría echado una botella en
eluquería", respondió Christina, con una calma que contrad
el radar y la gente sigue buscándote. ¿Cuándo vas a reclamar
mbros y respondió con voz fría y
escapó una risa
r al legendario doctor King, desesperado por salvar a su preciosa
solo miró al frente, con
*
ico, con los nervios a flor de piel por la preocupación. Llamó a su secret
r rastro durante tres años. Todos los intentos por localizarlo no habían dado resultado. La verdadera identidad d
lado de la línea: "Hemos llamado a todos nuestros co
r: "¡No pares hasta encontrarlo!
mos inten
del hospital y corría hacia la entrada. Sin importar el precio, no
/0/20530/coverorgin.jpg?v=b09a86e258a2700c08aaf6d4e5e1c392&imageMogr2/format/webp)
/0/20819/coverorgin.jpg?v=031197add8d686df387367fbecaf4a96&imageMogr2/format/webp)
/0/20549/coverorgin.jpg?v=130f735bf97d9c34e5d006798cc3fd67&imageMogr2/format/webp)
/0/19408/coverorgin.jpg?v=ce8944e0ac523f1d1e44700109025fab&imageMogr2/format/webp)
/0/16022/coverorgin.jpg?v=758e7af8ec8e8a8876ee0c11c2564c4e&imageMogr2/format/webp)
/0/16159/coverorgin.jpg?v=d1c499208b76f1c0c87a75ec071dcab0&imageMogr2/format/webp)