No Digas "No"
hombre es
o! ¡Sí, es s
a en el centro comercial. Tan pronto como salió, escuchó a
ionando con un tipo que vieron, 'J
los hombres guapos como si no hubier
o. Poco después, Joanna Gong que
las dos chicas. Joanna Gong jadeó, con los ojos muy ab
ligeramente fruncidos y ojos fríos y sesgados que eran absolutamente fascinantes. Con un traje a
aba Joanna Gong, todavía era muy
la pared con las manos en los bolsillos del pantalón. Sus ojos se estrecharon li
labra para descri
, era solo que parecía que era un snob, y
trevió a acercarse a él a
ndamente. 'Es mejor salir del camino de este
e un tipo así me t
e al baño. Con cuidado, se puso el vestido que acaba
rada impaciente en su rostro ahora mientras golpeaba su pie. Frunciendo el ceño
ón por temor a que su vestido se arruinara. ¡Después de todo,
nunca compraría un vestido t
ahora, así que decidió caminar la distancia. Le ahorró algo de dinero al pagar un viaje
stintivo logo de Ferrari. Sus ojos se pusieron verdes de envidia. '¡Lo que es mejor que tene
recha tan grande e
o si no le importaran todos los vehículos que pasaban. El hombre vestía un
en estado de shock. ¿Qué le pasa a este viejo? ¿Está
e a donde estaba el hombre para ayudar
o podía creer lo que sucedió después
do se detuvo por completo, el anciano saltó y se tumbó directamente frente al aut
atraían la atención de todos
nto tan celosa ...
lrededor del viejo y el Ferrari, haciendo qu
n atascos como este. A la multitud no parecía importarle si el viejo estaba real
ho por la multitud que comía con los ojos,
la multitu
ó el repentino silencio de la multitud, sintió un poco de curiosidad.
el dueño del auto le resultara familiar. Cuando finalmente vio vagamente el la
lo era guapo, sino
ó ante las injus
te al viejo y lo miró
quedó estupefacto por unos segundos, pero al momento siguiente cuando recuperó el sentido,
descuidado conductor! ¡Tienes q
las travesuras de este viejo. Sacó su billetera y sacó u
o el dinero y asintiendo. "¡Si!
l dinero cuando extendi
de dejarlo ir con disgust
spe
de que se derribara la justicia. ¡Ella no podía quedarse quieta y n
cabeza sin temor. "Estabas tirado en el suelo cuando el
. La cara del viejo ardía de ira. Él le gritó a la chica,
igualó su ira. "Grabé tu pequeño 'accidente' en mi teléfono. Si insiste en que
.. . No pued
acia Joanna Gong. Era obvio que lo atraparon con
a, pero se hizo a un
ncontrarme con una ch
on, definitivamente iba a estar en el extremo perdedor y perdería mucho dinero por fraude. Despu
guapo que no había necesidad de agradecerle. Para su sorpresa, el hombre ya estaba abriend
aró. Pronto, el Ferrari se alejó a toda velocida
Qué hombre