No Digas "No"
s y fríos. Pero cuando miró a
hombre que conducí
a su rostro escultural y alto físico. Cuando vio la mirada avergo
miento nunca se le h
atentamente la conversación de Joanna y Sera de principio a fin. Su curiosidad se apoderó de él, y quería
con los problemas de otras personas. 'No debería perder el tiempo con una niña tan trist
asunto
bre chasqueó los dedos y un ca
itaba, así que no había necesidad de perde
o y luego volvió a mirar a Joanna. "Pon esa mesa allí en mi cue
o tomó la factura resp
a y se subió a su Ferrari blan
hombres lo vieron irse en su automóvil. Tan pronto
n dejó el café y ahora se dirige a la villa. Podemos comenzar a p
o, de vuelta
a preparando pa
u teléfono co
ándose las lágrimas, r
in ¿Qué puedo
empre hacía diferentes recados y otras cosas triviales. 'Llamando durante mi almuerzo ..
uto de la compañía más tarde y envía el traje del CEO a su casa. Te enviaré un mensaje con su
ñor. L
mejor no retrasar las órdenes de su jefe. Levantan
uien ya ha pag
xtraño! No podría haber sido su madrastra. Recordaba
l camarero asinti
ro ella tenía algo que hacer por el Sr. Lin, y no podía pensar más sobre quié
ompañía del estacionamiento subterráneo. Al revisar sus mensajes, leyó la dirección del Sr.
remoto y cuesta mucho dinero construir una casa allí! P
na encendió el motor
mpo parcial para clases de manejo y para obtener su licencia. Pero después de eso, no había tenido un
sidente no venía a menudo a su compañía subsidiaria. Por
unque sus habilidades para conducir eran pobres, logró salir de la
básica aquí, ¡le costaría varios años de su salario! Como en realidad no había mucha gente rica para empezar, solo había uno
stando una conspiración q
o solo había unos pocos autos alrededor, no estaba prestando toda su atención en el camino
quiero explicarlo de nuevo. No cambiaré de o
cuenta de que un automóvil pesado salió l
inutos
oma quemada. Joanna acababa de llegar
mío. ¿Q
o había cámaras en esta sección de la carretera, y los coches rara vez pasaban por aquí. Tampoco hubo agentes de
ionado auto blanco, sacó su telé
mente estaba gravemente herido. Cuando se acercó, vio al hombre en el auto,
ndo todo su coraje, se acercó. Extendiendo su mano a través de la v
mente, tratando d
se más asustada cuanto más se quedaba allí. Y l
a suspiró aliviada, su f
abeza. Ahora no era el momento de pensar en quién era este hombre, pensó. ¡C
ierta, señor ... Espera, ¿de acue
taba a punto de caer en la oscuridad, sus ojos se abrier
a se centró en la cara