De vuelta con venganza: mi regreso triunfal como multimillonario
sonrisa. "Melinda, ha
la mirada. Se preguntó cuánto tiempo llevaba allí parada. La vio pálid
aba enorme, pues caía holgadamente sobre u
vas, transmitía un au
e que Claire siempre había sido de ese tipo: dulce, lamentable
segunda retrocedió instintivamente. "
a baja y divertida. "¿Y cu
quitaría con tu familia de esa manera. Estaba tan preocupada por ti... Luego, me enteré de que planeabas convertirt
suave, pero en sus ojos brill
La ciudad era tan grande, y aun así, su cliente había resultado ser Declan. Segura
netrante. "Planeaste destruirme por completo. Qué bien sabes fingir inocencia. Empiezo a preguntarme
a hubieran golpeado, y se tambaleó
sobre ella, negándos
o y cayó con fuerza al suelo con un grit
ó en un silen
alguien gritó: "¿Claire? ¡De
. "Melinda, verte trabajando en un bar y coqueteando con los clientes me rompió el corazón. S
inmóvil, con la
a irradiaba una furia gélida mientras se arrodillaba para tom
hilló a Melind
con las pestañas húmedas por las lágrimas,
y tu padre la encerraron durante dos años! Estaba medio muerta cuando
padre la haya lastimado alguna vez. ¡Claire, deja de actua
violentamente. "¡El señor Dawson me enc
lan se ensombreció con disgusto. Empujó a Melinda c
gil mujer y se dirigió
idrios estallaron en añicos. Un dolor agudo le atravesó el
ierna tersa, dejando un fino
y seductora, y atrajo las miradas
a de Declan Gibson. Antes era la deslumbrante soc
taba teñida de desesperación; era del tipo que d
esarios de mala muerte que le lanzaban a Decla
y construido su imperio con métodos despiadados, valiéndose de conexiones tanto en el mun
elinda con una sonrisa burlona. "¿Así que ahora trabajas aqu
privado. "Claire la sorprendió coqueteando con los clientes e intentó hace
con una mirada lasciva; su tono era pura obscenidad. Lanzó una
ensa entre aquellos hombres depre
azos sostenían con cuidado a Claire mientras le susu
ser tierno con una mujer, podía ser cuidadoso. Pero nunca con
esvió hacia ella. ¿Todavía seguí
dejado su marca en su piel, ¿y ya
abios se curvaron en una mueca de desdén. "Estamos divor
una carcajada. "¡Esa estu
anterior, y había sido a manos de él. Había roto ese cheque de un millón de dólares, creye
, frío e intocable, sostenía a la mujer que ateso
iferencia fue el golpe
llevó a los labios con un estremecimiento de excitación y luego le rodeó la cin
ndo obscenidades. "¿Cómo podría lidiar
gentil. Sé
más palabra
a su alrededor, de
üenza y rabia. Sus ojos, húmedos y enrojecidos, busc
s muy amarga", le susu
oído y soltó una risita,
que hizo añicos los restos de su orgullo.
ardiendo de furia, apartó de un emp
abios. Con la mirada recorrió el salón y dijo: "¿Por qué ta