Relatos extraordinarios
CAR
viejo
e no había madrugada que no fuera despertada a causa de pesadillas, tenía tanto miedo de esa oscuridad, de e
esadillas, los únicos testigos de ello eran mi pluma y mi libreta; gracias a eso
ía, sin tener la mínima idea que, en esos trazos de letras transmitía mis miedo
abría la puerta a mi libertad dejo de funcionar y todo se empezó a desboronar,
e leen mis libros ya no
i mente, me sentía en una prisión; todos
pezaron a rondar en mis sue
uos de otra manera, gracias a ti comprendí que debí
quella frase q
, dolor y temor, ¿cómo podr
de noviembre que nos
eras conmigo cuando te sintieras consumido po
e a encontrar la luz
de estrellas?, al encontrarlas ambos
ya te encontré a ti; tú
palabra que me tra
radez
universo por
Sky
**
reía de una manera que provo
lagrima resbalaba por su mej
guntarse: "¿Aún acep
en un cajón, en el cajón d