EL SECRETO DE TU SONRISA
l lugar, en quien Aitor no confiaba, reunió los jóvenes para dar instituciones, aquella pequeña joven no volvió la mirada hacia él; cuando aquel hombre terminó de hablar c
idas, ella corrió con una sonrisa hacia la barra – hola Fer casi que no llegas
orrió a ayudarla. – gracias – respondió ella con su habitual sonrisa al gesto de él y corrió a acomodar las sillas para los clientes. Aitor regresó a la barra, desde allí miraba el manejo, pidió al joven al otro lado de la barra que le sirviera agua simulando vodka, cuando Yaiza lo vio con aquel vaso en la mano, se acercó a él – ten cuidado, no debes beber en el trabajo – le susurro ella – él sonrió – creí que no me volverías a hablar por fumar. – dijo él reprimiend
s le pasaban la bandeja con su pedido – él le guiño el ojo, ella sonrió frunciendo sus labios y levantando sus cejas, llevó su pedido dejando junto a Aitor una pequeña nota "me gusta tu sonrisa, no la pierdas nunca. Yaiza" junto a la firma una flor; Charlie salió de la oficina y se disponía a salir del club, Yaiza pensó en alcanzarlo para habla
un gemido separando más sus piernas dándole acceso a él. Aitor se quitó el saco y la corbata dejándolo delicadamente acomodado sobre una silla cerca a la cama, se sentó de nuevo al borde de la cama, su rubia se giró y se sentó a ahorcadas sobre él, se besaron y poco a poco desabotono su camisa, beso su pecho y lo hizo acostar en la cama, con mas intensidad bajó a su pantalón y lo desabotono, sin quitarlo totalmente liberó aquella erección y la llevó a su boca, pasó su lengua por su glande e introdujo todo el falo hasta lle
tras buscaba algo bajo la cama – los encontré en el pasillo anoche – respondió él mostrando una tanga roja y sonriendo, ella se las arrebató y en un rápido movimiento é
e después de dar autorización para su ingreso, él sabía que algo no estaba bien cuando no le llamó hijo. – hola papá – respondió al saludo. Hablé con tus suegros, dicen que Amanda aún no les comentó nada del compromiso. – comentó su padre. – aún no lo he preparado, no
que vas a hacer? Tú sabes que ella nunca me ha caído bien. – comentó Rui - ¿después de tres años aún sigues desconfiando de ella? - preguntó Aitor a su amigo – lo siento, pero no confío
una de sus corbatas y un vaso vacío, todos sabían lo ordenado que era él y jamás encontrarían en su apartamento un vaso fuera de su lugar y mucho menos una de sus preciadas corbatas mal ubicada; caminaron hacia la habitación y allí estaba ella, hacía el amor con Tomás, un supuesto amigo suyo, los ojos de Aitor estaban negros de la ira,
ue igual, cuando llegó el chico de la barra Aitor le pidió un whisky, Yaiza se acercó a saludar en ese preciso momento – hola – saludo ella, - ¿Qué se supone que estas haciendo? – pregunto ella al ver el whisky que acababan de pasarle, en ese instante entró Charlie en dirección de Aitor, ella en un rápido movimiento toma el vaso y lo pone sobre una bandeja – ¡métete en tus asuntos! – grita Aitor intentando tomar de nuevo el vaso pero ella no se lo permitió, y lo miro de reojo, Charlie se acerca a él, Aitor mira
que las meseras son prostitutas, voy a llamar a seguridad externa para... - no alcanzó a terminar la frase, Aitor se puso de pie y cuando caminaba hacia aquella mesa, pudo ver cómo aquel hombre apoyó su antebrazo en la rodilla y rozo los dedos en la pierna de ella, Yaiza lo golpeó en la cabeza con la bandeja que tenía en sus manos, Aitor abrió los ojos asombrado y corrió al ver aquel hombre ponerse de pie furioso, Aitor tomó a Yaiza por la cintura con su brazo izquierdo y la acercó a él cubriéndola con su cuerpo para protegerla de la posible reacción de aquel hombre y levantó su mano derecha mostrando la pal
trabajando en un club nocturno.? - Preguntó Aito
efieres a esta niñita. No te preoc
aja en un club nocturno donde se vende alco
cisiones, puede trabajar, beber y hasta circular a altas horas de la noche. No tiene padres y estaba bajo la custodia de su abuela. Así que ella misma solicitó
ía recomendar
al otro lado de la línea, Aitor se que
é en el re
a del bar porque las
2 mojitos para la mesa 5 y 2 cervezas para la 3– pidió ella al hombre al otro lado de la barra. – príncipe, no deberías seguir bebiendo – sugirió ella – te dije que te metieras en tus asuntos – respondió él – pues mi familia y mis amigos son mis asuntos – respondió ella y levantó la bandeja con su pedido –