Tentación del CEO
sa se sorprendió al principio, y lueg
rdad? 'Aaron, no seas tan arrogante. Parece que te lo debo. Si no fuera por ti, ¿cómo terminaría co
u ira durante muchos días. Ella no era una oveja
, Aaron Mu se sorprendió un poco y luego l
a cara de Melissa por un largo tiempo antes de que se ent
u mano, agarró la muñeca de Melissa y cambió directame
a parado en la puerta del hospi
uerta del auto, empujó a Melissa directamente al asiento
señor.
o de alguna manera el aire a su
n vistazo al nombre de la persona que llamó e hizo clic en el mensaje con impaciencia. Luego sac
ó sin duda y bajó hábilmente del automóvil, no
vestidos
Sin embargo, parecía que no quería explicarle nada. Simpl
"Aaron, ¿no crees que estás siendo demasiado engreído? ¡Te
un trabajo después de la graduación. No podía desanimarse así. ¡Tení
nexpresivamente: "Howard, conduce el auto a la velocidad más rápida. Melissa, ¿q
abras de Aaron sorprendi
d también se sorprendió por un momento. Pero no hizo má
io, levantó las cejas y volvió la cabeza. "Bueno. Si salto, ¿de
la ventana y
otra vez. Se dio la vuelta y abofeteó a Aaron en la cara. Lue
vino de cada par
rimas cayeron inmediatamente de la cara de Melissa. Ella apretó l
ró hondo y se arrastró hacia el cinturón ve
upo que la herida fue desgarrada nuevamente. Sus brazos y rodillas
las coquetas manchas de color rojo os
ó: "Maldita sea, ese hombre no tenía corazón. Aaron se alejó sin
, Aaron seguí
aron se apoyó contra la pared y m
toc,
uerta. Al escuchar el golpe, Aar
y dijo fríamente con un to
cir en un tono serio: "He escuchado de los sirvientes que la señorita Melissa no
de Howard era algo similar al de Aaron. En palabras
prendido, pero su rostro
a dolorida frente y dijo lentamente:
n de Aaron, Howard Lu resp
sa estaba exhausta. Ella
en.
bre la herida, y el dolor
oscuro de su lado izquierdo y
mó Melissa por compl
Qu
ente de la garganta de Melissa, h
do. Su flequillo presio
su pecho a lo largo de su delicada barbil
aciendo y se volvió para mirar a Aar
spués de ser atormentada por el drama. Ella sacudió la cabeza y rugió: "¡Aa
issa. "No lo admití. Como el contrato ha sido firmado, no tiene derecho a rebelar
saron una oleada de miedo
enojada e intentó precipitarse. Pero la cadena estaba atada firmemen
dió el equilibrio y cay