No Fui Su Incubadora, Soy Su Dueña
ella
queñas. Luego desaparecieron. Me sentí ligera. Libre. Como si
lo que me pasó. Te ruego que me des una oportunidad. Te amo. Siempre te he amado".
Mi corazón, un témpano. No sentí nada. Ni
en pedazos. Y la arrojé por la ventana del jet. S
. El aire de la cabina, frío y puro,
trimonio. De la humillación. De la traici
iempo no experimentaba. Era una paz fría.
ión Pujol. Las luces me recibieron. Cálida
uerta. Sus brazos se abrieron. Me envolvieron en un abraz
casa. Estás a salvo" . La voz
el cabello. "Nadie te hará daño de
a. Protegida.
é. Lentamente. Pero con determinación. Monté a caballo. Nadé en la
señó todo lo que sabía sobre los negocios. Sobre el poder. S
ejes que nadie te diga lo contrario. Tienes el poder de d
é a planear mi venganza. Una ven
e. Desesperado. Pero mi teléfono estaba muerto. Mi número, inexiste
ro, pálido. La conferencia de prensa había sido un desastre. Los periodis
l oído. "Señor, el teléfono de la señora Estr
ó. Un brillo peligroso apareció e
él. "Mauricio, ¿qué está pasando? ¿Dónde est
sé, madre! ¡No sé dónde es
sposa! ¡No puede desaparecer así! ¡Es una malagrad
"Cálmate, mi amor. No es el momento. Tenemos que
e prensa. Su rostro estaba lleno de pánico. "¡Señ
mi abogado. De pie. Sereno. Frente a una multi
e Navarro, me dirijo a ustedes para comunicarles su decisi
murmullo. Los flashes de las c
decidido retirar todas sus inversiones en las empresas Navarro y Mascaraque. Esto incluye la
epulcral. Todos miraron a Mauricio. Su rost
¿Qué tiene que ver eso con Estrella?"
stros, llenos de horror. Ellos
bolsillos de los periodistas. De los asistentes. Los gritos.
lpe. Otro golpe. Uno tras o
Mascaraque. Era Estrella Pujol. Y que
adora. Que no era su sombra. Era una fuerza. Una torme
dejado. Para siempre. Y q