El arrepentimiento del Don de la Mafia: Ella se ha ido para siempre
e vista
da era sofocante, una mezcla pesad
sentado en l
posada jus
ila del medio, sentada en
ado todo el convoy
allí; quería hac
el regimiento lo viera reclam
e la estrecha rendija
icurada descansando poses
ana, con la mandíbula ten
vibró cont
Deja de mirarnos. Te
ión y borré el hilo
zum
jiste tus baterías de re
que se me revolviera el e
uando el sol comenzaba a san
leza de madera en expansión, fortificada con
perímetro, con sus rifles de
emente mientras desempacábamos-. Papi dice q
anizando un juego en
ad o
ado para el alco
urrucándome en una silla c
afuera. En realidad, estaba redactando un mapa táctico de
cortó la habitación-. T
anteniendo mi lápiz de
ido agudo y quebradizo-. No puedes hac
r, cruzó la habitación y me ar
Oy
gina con un r
ape en una bola-. Te reto a ir a buscar mi b
i agarre apretándose
rvienta. No e
a desde la chim
y, el líquido ámbar giran
u voz pesada por el agotami
nté len
iel, pero obligué a mi ros
hacia l
ión de la guardia de todos mo
cinco minut
la habitación es
o muerto y
o a su maleta abierta,
tenía algo
elicario
o antiguo d
dedo tembloroso mi mochila, que había sido vaciada
andonó la
círculo interno no
ofensa
ción fundamen
ieron para mi
hijos de los otros Cap
angre. Esperaban
tegería a su "mascot
sus botas pesadas sobr
la cadena de plata c
eguntó, su voz desp
a cabeza vi
señas rápidamente: *No. Ella
on el rostro torcido-. ¡Sie
os soldados que
ave de las rutas c
me mir
o en que su hu
ijo fríamente-. El robo
suelo a
odíl
ón dejó
lé, el nombre s
diendo las paredes de madera y vibrando a tra
do frente a ellos
ando lo único
igni
ba, parecería débi
obligado a lastimarme físicam
suelo de madera dura con u
ello cayendo hacia adelan
lor de sus miradas
mis movimientos espasmód
vés de sus lágrimas falsas, una d
ente-. Ella simplemente no
o la vuelta
día mirar lo q
é en el
rezando
endo una prome
levantara de este s
undo entero has