Atrapado en su telaraña de manipulación
aje de Mateo: '¿Dónde estás?
n el Centro Estudiantil'. Mis dedos flotaron sobre el botón de e
eando la multitud. Cuando me vio, una leve sonrisa asomó en sus labios y me saludó con
en el centro -sugirió, su voz sorprendentemente suave-
" cualquier cosa fuera de su investigación. *Está tratando de compen
a galería. Había estado demasiado ocupado, demasiado absorto en su trabajo, deján
mano, un pequeño g
e verdad le dije a V
rritación en sus ojos. Apretó su ag
mándale un mensaje
uiarme, a
elada. Odiaba esta sensación, esta sensación de ser arrastrada. El calor de su p
por estar tan ocupado últimamente. Es solo que... el doctorado es exigente, ¿sabes? Pero te prometo que haré más tiempo pa
ofriante de una parte más profunda de mí recordó todas las otras veces que había hecho estas promesas, cada una rompiéndose un poco más que la anterior. Siempre
te, estaba Valeria, agitando su bufanda de colores bril
r la voz firme-. Realmente le prometí a Val
uego su agarre en mi mano se in
idícula. Solo dil
, frotándome la muñeca-
í hacia mi amiga, dejándolo allí pla
el espejo barato. El arte se había vuelto borroso a través de mis lágrimas, un revoltijo de colores y formas. Había sido una de las tardes más solitarias de mi vida,