Tras el divorcio, el CEO descubrió que soy una genio
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pesada y fría, que se asentaba sobre los hombros de Iris Sterling como un abrigo de plomo. El reloj de
n solomillo a la pimienta que ella misma había preparado siguiendo la receta favorita de Ethan, se había enfriado horas atrás, perdi
a postura que había perfeccionado durante tres años de matrimonio para
plato. Dentro había un Patek Philippe, una pieza de colección que le había costado meses conseguir, utilizando con
ngton, visto en el Hospital Privado St. Jude a altas horas de la noche. ¿Romance o deber familiar?. Iris sintió que el aire se le escapaba de los pulmones. Desli
a en sus ojos no era la del empresario despiadado que el mundo conocía, ni la del marido distante que compartía techo c
onde debe estar, con alguien que realmente importa. Tú solo eres un mueble d
. El dolor ya no era agudo; se había convertido en una bruma constante y anestesiante. Pero esta noche, algo se rompió. No fue un estallido dramático, sino un clic silencioso en su cerebro, como el mecani
ada que había sobrevivido a tres años de negligencia, todavía quería creer que había una explicación. Quizás Scarlett estaba grave. Quizás él solo estaba siendo amable. Llegó al hospital empapada, con el regalo en el bersario, se va a poner histérica -dijo la voz de Scarlett. Sonaba
rarla a los ojos-. Iris no necesita saberlo. Y francamente, no me importa si lo sabe. Si no fuera por la presión de mi abuela y el acuerdo comercial con tu pa
o hizo una escena. La dignidad era lo único que le quedaba, y no iba a perderla frente a ellos. Se dio la vuelta y caminó hacia el ascensor. Sus pasos eran silenciosos sobre el linóleo aséptico. Al pasar junto a la recepción vacía, sacó la
ido. Sus ojos, normalmente de un marrón cálido, parecían ahora dos pozos de hielo os
jor abogado de divorci
las tres de la mañana.
sonó extraña, carente de temblor-. Prepara los p
dos y su ordenador portátil encriptado. Dejó los vestidos de diseñador que él le había obligado a comprar para las galas, las joyas que usaba para aparentar ser la esposa trofeo perfecta, y las tarjet
a de grava. Iris apagó la luz y se deslizó fuera de la habitación po
me floral de Scarlett, Iris ya estaba a kilómetros de distancia. Sacó un dispositivo móvil a
ertado. Iniciando p
s grandilocuentes. Solo el silenc