Mi Aniversario, Su Esposa Secreta

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, y prácticamente me arrastró hacia su coche. "¡Basta, Alicia! ¡No hagas una escena aquí!", s

terráneo, las llantas chillando en protesta. Mi abdomen palpitó con un dolor renovado, un dolor sordo que se extendía por mi espalda baja. Hice una mu

l silencio era ensordecedor, roto solo por mi respiración agitada y los latidos de mi cora

me casé con Kendra". Vio la nueva ola de conmoción en mi rostro y se apresuró a explicar. "Pero ell

ncer terminal? ¿Kendra, la viva image

onmigo desde la prepa. Fue un acto de... compasión. Humanidad. Y tus padres, Alicia, seguían

Unos meses, tal vez. Cuando ella se haya ido, nos casaremos. Una boda de verdad. Empezaremos de nuevo.

do en mis oídos se hizo más fuerte, ahogando sus palabras manipuladoras. "¿Ya se mu

. "¡Alicia! ¿Cómo puedes decir algo así? ¡Eso e

iste nuestro matrimonio y luego culpaste a mis padres! ¿Y ahora esperas que espere a que tu esposa 'moribunda' estire la pat

s?", continué, mi voz ganando fuerza. "Invirtieron todo

pero se detuvo, sus ojos se entrecerraron en rendijas de ira.

es, vibró en el suelo del coche. Me agaché para recogerlo, pero Carlos

Su voz era un gruñido bajo. "¿Tu amiguito el doctor? ¿Qué, corris

protestar. "¿Bueno?". Su voz era fría, su

Alicia? ¿Estás bien? He estado tratando de localizarte.

lejado de mi esposa, Doctorcito Dávila. ¡No necesita su

aliente y desagradable. "Recuerdo a Benja. Siempre rondando, siempre mirándote así.

que él pretendía. Simplemente confirmaron su

, ¿adivina qué, Alicia? Sin mi empresa, las inversiones de tu familia no valen nada. Y tu precioso bebé...". Sus ojos se posaron

rabia y derecho, como algo salido de una pesadilla. El chico que amé, el

ción en la startup de Carlos, en lo orgullosos que estaban de "su yerno". Pensé en las inn

Ves? Ahora entiendes. Te lo digo, Alicia, me casaré contigo. Tendremos nuestra familia.

er el identificador de llamadas. "¿Kendra? Mi amor, ¿qué pasa?". Su voz, tan llena de vene

eversa bruscamente

olor en mi estómago

araje, prácticamente empujándome por la puerta. El coche se alejó a to

ro aún funcionaba. Marqué el único número que sabía que contestaría,