La esposa del doctor
la pobre mujer había esperado meses para aquella cirugía y Jake quería que todo saliera bien, de eso dependía la vida de aquella mujer. Jake Matthew era un prestigioso cirujano de la p
hombros, con las numerosas pecas que tenía en el rostro y con la poca
mirada el pequeño supermercado que tenía en frente. Aquella mañana había un cielo de un hermoso azul. Era muy temp
antería, quitó los trapos y los cartones que le cubrirían comple
ta el periódico. No vale de
cía un poco exagerado el precio para unas cuantas paginas de noticias, cuando él tenía todo eso al alcance de las manos sol
tan mal va, es por mi trabajo y por el qu
tú ? - Señaló con su mano derecha a la chica que perma
, lo recibo cada mañana y lo
Haces tu trab
ía frío y me había
ella tenía algunos bolsos a su alrededo
cionando a Jake, lo miró de arriba hacia abajo con mucho detenimie
s que no? Po
periódico en las manos y
o y miró algunas págin
, retrocedió un poco y luego tomó impulso y se abalanzó sobre el, tomando la cartera y saliendo corriendo. Jake la observó mientras huía, su sucia cabellera ondeaba en su espalda, sus pies descalzo pisaban con firmeza el suelo
tó Dani cuando este ha
Miró el periódico que tenía en sus ma
eguntó algo alarmado su chofer. - Podemo
a mano de la desconocida. - Dejémoslo así, el periódico me ha salido por trescientos dólares, es el más caro que he
se echar
emocionante, por un segundo sentí el impulso de perseguirla, p
er muy buena
ue lo
la entrada. Habían algunas cadenas de televisión que querían grabarlo an
harles ya e
a de sus compañeras que le asistiría en la operación. Solía ser m
do y la señora Charles se encuentre bien, entonces podré descansar.
á bien, siem
e detrás de ellos. - ¿Como es que no has descansado bie
pasaba por alto el mal humor de aquel d
ado una breve entrevist
sus pasos para hablarle mejor. Miró por la ventana la clari
ningún otro doctor lo aceptó, más que tú! le dará m
i tiempo con ese tipo de persona, hasta luego.- Siguió caminando junto a su compañera hacia la
haber negado, no es parte de nuestro trabajo hablar con los periodistas a menos que así lo decidamos. Y yo he decidido que no. - Sonrió sintiéndose victorioso. Abrió la puerta de la sala, se re