La esposa comprada
abios, congelando el corazón de M
Este beso fue extraño, solo
ndo esto a propósito o qué. Ella le dio un beso en los
abes cómo besar?" Joseph rechin
suradamente Melina, Debe ser porque no sabía cómo besar lo que lo eno
e quería encontrar un agujero para esconderse. Mientras recordaba cómo Jeremy la había besado en ese
oluto, y mucho menos recordar cómo besar a alguien. Maldita sea, ¿podría esta mujer siquiera saber besarlo? Joseph puso los ojos en blanco d
pariencia promedio tener la capacidad de atraer a los
ló sus labios rojos. La punta ágil pero dominante de su lengua rasgó los dientes blancos de Melina, quien estaba ap
de que alguna vez le gustaria fue anulada de inmediato. A
do ahora?" Al ver la mirada de sorpresa en el rostro de Melina, Joseph no pudo e
iró la ira que ardía en las profundidades de los ojos de Joseph y asi
es, cont
Joseph, besando cuidadosamente sus labios, quitándose con
rgió a Joseph y lo dejo en estado de shock. La ternura
o con un tono amable y gentil, c
dó su venganza, olvidó su tortura,
calor y sequedad fluyendo por todo su cuerpo. Arqueó la
tó la ropa mojada de su cuerpo, la cargó y salió del baño con grandes pasos. Justo cuando la colocó e
mente la ropa y presionó su cuerpo musc
ía ver nada. Fue como la noche antes del examen de ingreso a la universidad cuando Jeremy la envió a casa.
el cuerpo de Joseph se estremeció de repente. Su mirad
curidad no pu
a la mujer, que todavía estaba acostada en la cama, sin saber lo que había sucedido. Es
furia: "De hecho, eres tan despreciable, ¿echas de menos a un hombre?
su cuerpo. Había perdido su dulzura y estaba llena de rabia. Con un
Era como si su cuerpo hubiera s
adió y un dolor desgarra
zón. Sin embargo, con sus gritos y sus lágrimas, Joseph
sin piedad, su corazón estaba en tanto dolor que se entumeció. ella no se sentí
este mundo, nadie se preocupaba por ella. Las personas que la
imir a Melina una vez más. Parecía estar eternamente insatisfecho y tenía una fuerza infinita
ntras aguantaba en silencio. Era tan terca que no quería llorar más. Aceptaría todos sus castigos, física y mentalmente. Ella nunca se quejaría. ¿Quién l
violentamente con el agua fría
ra, ¿no podría ser amable? Melina miró a Joseph con ojos llorosos. Se mo
elina pero sin sonreír, y una mirada fría apareció en su
s que habían brotado de sus ojos
ada gris en sus ojos, no pudo evitar declarar: "Recuerda, a partir de hoy, no solo eres la sirvienta más baja del Clan
rque no estaba calificada. Al escuchar las palabras de Joseph, Melina sintió como si su cabeza hubiera sido golpeada por un rayo. Antes de que pudiera digerir lo
edos largos y delgados y le levantó la mandíbula inferior. Después de observar
nte su cuerpo hacia abajo, mordiendo el ho
bro finalmente debilitó su conciencia. S
e de su hombro, levantó la cabeza y miró esas profundas marcas de dientes, luego sonrió malévo