La esposa comprada
vieron frente a la entrada del edificio, llam
e la carretera gritaron de emoción. Detrás de él, 12 guardaespaldas vestidos de negro se bajaron ordenadamente de los autos. Joseph entró al edificio lo más rápido que
o si era un cadáver frío, ¡todavía quería verla! Sebastian Qi no levantó la cabeza mientras se concentraba en el documento en sus manos. "¡Abuelo!" Al ver que Sebastian no se tomó en serio sus palabras, Joseph se enojó tanto que
e estaba Anna. Había enviado gente a todas las funerarias y mausoleos de la ciudad, pero no tenía ni idea. Si quisiera verla por última vez, ¿no sería capaz de realizar su deseo? Sebastian se quitó las gafas y se frotó l
tensamente. ¿Enterrar? ¿No adecuado? No importa es mi vida mi decision,
ención de continuar con el asunto, porque sabía que no importaba cómo preguntara, no obtendría ningún resu
de matrimonio, Anna no habría saltado del edificio. Pensando en este punto, Joseph s
nte llegó al tercer piso, limpió el piso con un paño antes de poder recuperar el aliento. En todo el día
enía que limpiar el piso antes de que Joseph volviera de su conmoción. De lo contrario,
s con el agua sucia. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de descender el último tramo de
un automóvil que se apaga ve
año y comenzó a bailar en el suelo. Definitivamente tenía que limpiar este desastre antes de que entrara Joseph, de lo contrario... Las consecuencias eran inimaginables. Melina ardía de ansiedad mientras miraba
ron rojos. Hoy, finalmente hubo alguien que estuvo dispuesto a hablar con ella, y finalmente hubo alguien que le tendió una mano amiga. En esta casa grande y fría, finalmente encontró un poco de consuelo, un poco de c
de miedo, sus labios se curvaron en una sonrisa. Lo que quería era su miedo. Quería que
el agua sucia en el suelo, luego mi
algo grande había sucedido y se reunieron en el pasillo. Cuando vieron a Joseph pisar la
a criada gi
ph y suplicó: "Joven maestro, soy yo quien ensució el piso, ¡ella solo
se sintió muy molesta. No debe permitir que nada le pas
stimosa, la ira en su corazón ardía aún más. Esta mujer era muy buena para disfrazarse y ganarse el
r" los corazones de la gente
staba sangrando por la piel rota debajo de sus pies. Luego dijo en voz baja y nebulosa: "A partir de hoy, ella
, todos le lanzaron miradas resentidas. Fue por esta mujer humilde que casi todos hab
e situación había caído? ¿Por qué sentía que las personas que
díbula inferior y dijo con frialdad: "¿Sabes cómo es el infierno? ¿Sabes lo que se siente estar atrapado en el infierno? ¡Te dejaré pr