Macho de Moscú
ien que les agrada. ¿Podría ser algo malo cuando tu mitad te mira como su tesoro más
es a mí! ¡Tú eres
su libertad, la ata de manos y no la deja ir, entonces esto ya no son s
hombre que esclavizó mi al
ntos de romper las cadenas que nos ataban no terminaron bien. So
nte por los hombros y me
itamos
os. Estaba tratando de deshacerme de sus hermo
Siempre admiré su belleza, como si Edward fuera un piani
escapar
a reír histéricamente.
ité mientras intenta
rostros atónitos de las personas que pasaban. Sí, era solo eso, un tipo egoísta y seguro d
, como si todo fuera como debería ser. Mientras subía el ascensor, Edward no me soltó. La sangre se
Déjame ir! ¡M
da en las nalgas
dónde voy a correr de
io de
ar, ese era su estilo de comunicaci
etarlo. Además de su mirada. Siempre tuve miedo de ver en ellos l
estar solo. No me entregué a la ilusión de que alguien se enfadaría si desapareci
por la ira y quería demostrarle que no tenía miedo. Y probablemente quería evocar en
ovió la idea de que todo mi cuerpo le pertenec
ro de indiferencia, cómo lo odiaba! Y solo sus celos me hicieron comprender l
confianza en el ser querido y es la duda. Sí, en esos momento
mpecé a patear y
erto!" Di
uieres de mí?! ¡Dilo ya, deja de burlarte!" Le grité a to
te. Y fue ese amor por él lo que me debilitó. Ni siquiera tenía confianza en mí mismo. ¡No había confianza
. ¿Cuándo me volví tan adicto a él? ¿Cuándo perdí el momento para no hundirme más
mis propios nervios y fuerzas. Era como una bo
lo veía como realmente era. No quería compar
uparte aquí mismo?" Dije nerviosam
ncerraré en el baño! ¡Esta
che y los vecinos ll
ces me parecía que había estado tratando de lograr mi pérdida de identidad dura
lma. Luego quiso que no tuviera ninguno de mis deseos y pensam
!" Arrojé con eno
ve a agarrarme del hombro y me cuelga boca aba
l. El mundo entero estaba contra nosotros, contra nuestro amor. Mis padres despreciaban a las personas como nosotros... No tenía amigos cercano
capé cuando ya no podía soportar su p
ue estaba rodeado por todos lados y que no había salida. Cada v
olo lo tocaban. Yo era un ratón y él una boa const