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Mira más allá

Capítulo 9 9

Palabras:5282    |    Actualizado en: 07/09/2021

an la espalda y se aferran a ella todavía, no hemos movido un músculo desde que este aceptó mi pobre consuelo. Mi barbilla descansa en su cabeza, y su cabeza se esconde en mi clavícula

ela fue el detonante esta vez, Dios, esa mujer se fue demasiado rápido, aunque no tanto como Sammy. Eso vuelve el sufrimiento de Ian considerablemente peor que el mío. Mi abuela, Clare, no tenía edad para morir aún, mas hab

, nada que ver con los nervios típicos al tener a quien te gusta en una distancia nula. Siento una barrera cayendo detrás de es

lgia... ¿Era para Sammy la canción que le escuché cantar en el bosque? ¿Se la dedicaba a su mejor am

le tome tener fuerzas para soltarme. Uso mi mano derecha para acariciarle el cabello con lentitud. El chico responde escondiendo más la cabeza en mi pecho. Su cabello es muy suave

ve al mundo real. Se aleja un poco, solo saca su cabeza de mi pecho como si saliera de una cueva. Sin que levante

tan con los míos un segundo, pe

a voz reparada-. En serio, n

a y hago que me mire. No se escapa, ni s

ole el rostro con mi pulgar, delineando el parpado inferior y quita

el mismo Ian de hace media hora. Su boca está entreabierta, sus

odioso, malhumorado... Por eso no te quería cerca, eres todo lo contrario a mí, chocabas con mi personalidad, me fastidiabas -él sigue confesándose-. Detestaba que fueras tan feliz, colorida, amistosa y servicial con todo el mundo, digo, ¿Quién puede estar alegre todo el tiempo? Au

ro, no quiero que deje de mirarme,

e violines, sonidos de zoológico, roces de árboles en un día lleno de viento; nada tiene sen

esde Sam -respira hondo, mira hacia arriba y vuelve a anclarse a mis ojos-. Puede que fuera por eso, despu

isa-. No tienes que forzarte a hablar si no quieres -le s

o, y eso lo valoro -se humedece los labios con la lengua-. P

risita. Las comisuras de s

la gente que vive aquí, ni siquiera me llevo bien con quienes son como yo. A veces no voy a querer hacer nada, ni

a que pase mañana, quiero estar ahí para ti -sonrío-. Si actúas de manera incorrecta, quiero poder decírtelo; si necesitas ayu

z, veo una sonrisa compl

mpe un vidrio. Es mi teléfono, recibiendo una llamada. Lo odio por

algo de miedo, alejándome un poco m

nte

nando. Tanteo dentro de esta y tomo el aparato. Miro la pantalla y, contrario a lo que espe

nde Ian sigue en la misma posición. Me siento con

el teléfono pegado a mi oreja y pid

Ho

estabas -habla mi mejor amigo con cierto tono de p

ta, solo que... -no s

r hablamos en persona -suena dulce como siempre, como si no se hubier

sto ahora -inhalo y exhal

-pregunta

a suerte, sin querer mentirle.

hora? ¿Qué rayos

a -me muer

dos lados, juega con sus dedos o simplemente

pero ir sola al bosque en la noche, así como así, no es algo

suspiro-. Estoy.

a de la llamada, uno

pite decepci

i me esp

e, pues

qué no pudo esperar a que le explicara? Entiendo que le moleste, pero n

on tu amigo -sugiere Ian, recogiendo las piernas para

o, la fogata tiene poco tiempo de

, levantándome también

se encoje

orrespondía ese abrazo. Ahora ha vuelto a su actitud seria, pero algo es diferente.

esahogarse bota muchas co

se tomó y enciende de nuevo su linterna. Oscuridad otra vez, aunque igual se ve algo de luz rojiza en las cenizas que se niegan a morir. Nos aseguramos de no dejar nada, y al ver q

o, es considerablemente fresco en comparación a cuando veníamos ac

odo, y al último absolutamente de nada, pero todos ocasionan un sentimiento distinto en mí. Detesto no tener un estado fijo, no me gusta estar feliz por algo cuando debería estar molest

que yo también importo y que no está mal querer disfrutar de tener a Ian para mí de esta

os una sola palabra, pero va

gustado ir a la escuela, a pesar de que sea extraño escucharlo de alguien que pronto se

iete días que suelen ubicarse antes del inicio de clases, todos piden una semana libre en su trabajo y así emprendemos un viaje de casi un día entero hacia la casa de playa de Chris, quien la heredó de sus fallecidos padres. A este punto muchos de los inquilinos de la residencia se han

anera, es ella quien queda encargada de la residencia hasta que nosotros volvemos. Erick no tendrá que pedir sus días libres pue

o no hemos hablado desde hace semanas, sino que ni me dirige la mirada. La noche en que volví con Ian del bosque estuve llamando a su puerta y su t

que vivimos el año pasado, aunque puedo

ole la cantidad de cosas que haríamos para su cumpleaños, como ir al Arcade, comer pizza, pasear a caballo subiendo la montaña, ver películas en casa, y esto, y lo otro. Ahorré, por supuesto, pero mie

ucho más tarde, un día simplemente salí de la residencia con Emil Vander pidiéndome dejar de mirar

aciéndolo y llegué a mi hogar en la noche luego de que mi abuelo me buscara. Ya allí, me encontré con mi mejor

ije luego de que los saludé a ambos,

bastante, pensé que te lo esperarías -sonrió el moreno

permanecer frente a Jake. Pasó toda una semana hasta que pude disculparme e insistirle que me escuch

ferente. Por eso, no voy a s

compras? -me pregunta Ashley, sonrie

ncantaría

a pasado el dinero a la mujer para que fuera a hacer el mercado de la semana, que cada vez le toca a quien desee hace

. Repite desde hace días que deberíamos hacer una "salida de chicas". Bueno,

oy lista -le indico con

te-. Luego vayamos por u

sa de algodón rosa y unos jeans algo holgados hasta por arriba de los tobillos. Meto mi teléfono y mis llaves en el bolsillo y me peino un poco. Mi

cuando solo voy a comp

ie es divorciada desde hace veinte años, con tres hijos y varios nietos. Estos de vez en cuando la visitan y, por lo menos, no dejan a su madre olvidada. Era muy buena amiga de mi abuel

dome de Jullie. Esta nos desea un viaje tranquilo

no, pantalones de vestir y tacones que usa como si fueran simples pantuflas. No es tan

una pelirroja que vive con nosotros. La primera y última vez que me monté en un auto con Marieta decidí que su fuerte era... cualquier cosa menos manejar. La señora Lukasiac no va ni lento ni rá

es un pueblo grande y bien distribuido, las casas y edificios de pocos pisos no parecen estar amontonados. La escuela a donde voy yo es la única que hay, eso sí, aparte de una exclusi

os lo cruzamos todo de seguro -comenta Ashley, mirando las

ro vaya que hay gente paseando. Así es la vida aquí, pasarla bien es simplemente ir a una plaza a matar en tiempo con conversaciones y juegos

llos llenos de todo tipo de productos. Mi abuelo tiene bien contabilizado el precio de cada producto que necesitamos, y Jullie hace las l

ereales, espaguetis, arroz, frutas, algunos dulces, harina, mezcla para panqueques, y esto, y lo otro. La verdad, al ser tantos que com

impieza, Ashley me

an nunca habla cuando me acompaña a hacer mand

es algo -le veo el lado b

a pegada en el rostro mientras busca el detergente que sole

gunto, aunque luego me asusta haberme

jo -niega con la cabeza-. En sí f

r qué debo ser tan curiosa todo el tiempo? Es

í preguntar algo a

Ian, hablar del tema me hacía llorar. Ahora que lo tengo, sé que no importa si no puedo tener más hijos. Él cumplió

me felicidad. Dentro de mí hay una pequeña confusión entre lo que significa realmente ser una madre. No es como que haya visto a muchas de cerca, pues los cinco años que he p

il comprenderlo. Me hace

n, linda? -

la cabeza y vuelv

ué sigue e

o las canciones que el supermercado tiene de fondo. Unos minutos más tarde nos dirigimos a la caja con t

ecerme" por acompañarla. Al final acabamos en un café donde ella pide dos malteadas de chocolate con

amos, paseamos por ese hermoso lugar, rentó una cabaña con chimenea... Mi esposo no es el tipo más empalagoso del mundo, pero en nuestro aniversario siempre trata de lucirse -se ve como una adolescente enam

he comprobado lo blando que puede ser Ian, y lo mejor

rior de golpe-. Digo, ya no son solo conocidos, los he visto juntos más seguido -yo me avergüenzo un poco

isculpo por cosas que digo, le llamo "señora" y trato de no actuar como alguien muy infantil. Ella, por otro lado, me ha re

un conocido, es mi amigo. Una palabra que para muchos no dice mucho, pero que p

a las cejas, abre un poco la boca, nada exagerado, mas es

te dijo lo q

Era algo que le preocupó, no soy alguien que suela tener peleas -miro mi malteada para no verle a los ojos-. Sinceramente, como no quería hablar allí, nos fuimos al bosque e hicimos una fogat

-suelta una risita-. Si

me había dado indicios de que algo pasaba en su vida también, así que le pregunté. Duró un rato neg

o poder aguantar más me produce un ligero malestar. Nunca me ha sid

onmigo, algo absolutamente entendible-. El día en que Sammy se... el día que murió, los tres salimos cuando escuchamos la ambulancia. Sus padres lloraban, Ian no entendía nada, hasta que sacaron de la casa una camilla con un

haber sido yo a quien Ian le haya mostrado sus sentim

feliz -me asegura-. Ian dejó que entraras en su vida, algo que nadie,

nto, deseando más y más infor

tenían novia porque los amigos eran primero que las chicas. La verdad era que a Ian nadie lo soportaba y que Sam estaba muy ocup

lguna consola, riéndose de lo que ven en televisión, comiendo comi

a Ian -menciono en voz alta, aunque no qu

onoció a Sam entendió que la vida era más que ir al colegio, hacer tareas, cumplir deberes, comer y dormir. Luego de su part

de un amigo, la perdió muy pronto y, posiblemente, tenga miedo a que, si vuelve a tener a alguien así, acabe de la misma manera. ¿Será eso? ¿Será que a Ian le asusta volver a sufrir

. Solo he visto su sonrisa un par de veces, y se veía como alguien total

mente a un Ian sonriéndome de la misma manera. Comprendo poco a poco que lo que siento por Ian no hace nada más que crecer, casi al punto en el que puedo estar por explotar en flores y co

no puedo contárse

eteo con mis dedos bajo la

s, solo dilo

enamora

o sepa es sufi

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