¡Déjame!
isla entera, había muchos carros de últimos modelos, se ponían notas unas avionetas a lo lejos y mujeres
bra, solo podía observar a mi alrededor y unía piezas de la cantidad de dinero que Simón tenía, y ahora entendía y comprendía por qué se le hacía tan
fotos? – Preguntó aquel h
ella. – Respo
tenías Simón, un monumen
ella no era parte de e
ra, ya
lorar porque al ver sus ojos, veías reflejada tu muerte. Un hombre de unos 62 años tal vez, quizás un poco menos o un poco más, cabello castaño con
taciones, Simón cerró la puerta, me
No me causa lástima
me enamoré de ti, y esto no es
e duele venderme, a miles de hombres que
que tú tampoco entien
í estaba sola – pero ya no me podía permitir llorar por algo que no tenía remedio, porque sentí que por mucho que quisiera hacer, no iba a lograr nada, y de momentos solo pensaba en que tal vez suicidarm
r la semana siguiente por mí e irnos lejos a vivir juntos donde nadie nos pudiera molestar – ¿Qué bello no? – a veces las personas malas intentan aparentar que son buenas con
manos, por el bienestar de ellos, entiendo que no quieras ya ni verme, pero te puedo asegurar qu
o no lo hice, no lo hice porque simplemente no pude; ¿Debilidad? No sé si fue eso, o fue simplemente el hecho de que ya dijera lo q
egocio de blancas, pueden tene
idieron a
e nego
alieras embaraza, si ellos se enteraban buscaría
OCIASTE SIM
n, te vendí como la mejor d
ostituta, eso
ecordar esa conversación; me pasaron muchas cosas en menos de una semana, me casé, me secuestraron, perdí a mejor amiga, la asesinaron frente a mis oj
ar tranquila, nadie te toca
yo explote como una bomba a llorar, me sentía totalmente desconsolada, sentí que todo se me unió de nue
jamente, me detallaba exactamente todo el cuerpo, camino alrededor de la cama varias veces mientras me veía y luego de esos minutos dijo – Dudo que dures más de tres días
omé a la ventana y había dos hombres bajo ella, armados como era de esperarse, me acerqué a la puerta y se escuchaban pasos y risas y uno
nversión con nosotros, a
arme? Necesito
no has puesto resistencia, de igual manera si tratas de escapar
me desatara, fácilmente,
mpró a tu gusto, y no creo esperar hasta mañana,
ra pensar que hacer, y la verdad
me, pero no tuve el valor de suicidarme, tampoco quería morir asesinada, y la puerta de la habitación estaba con ll