Misterioso Destino
aba envuelto en un brillan
ron bajó las escaleras y
l ambiente era hermoso con un fuerte est
leve sonrisa: "¡Grac
"Nos conocemos desde hace muchos años
en eso por un tiempo. H
s y picantes. Sharon estaba extremadamente satis
entras comían. El ambi
sto en años, todavía t
rechazar la amabilidad de Magee para enviarla de regreso, se quedó sola en la bulliciosa
tuvo en la zona más próspera de la ciudad, el
bar de
isión de las copas de vino se mezclaron. Todos aquí tenían una mirada de indulgencia en sus rostros. Este era
Sentada en la plataforma alta, le dijo al joven canti
arman enérgicamente y le en
iendo el mismo aroma que antes. Tomó unos sorb
conmigo? "Inesperadamente, apareció un hombre
rtésmente: "Lo siento. Estoy
ras, el hombre dejó d
de la tenue luz. Había algo extraño en su rostro y sus o
iradora femenina de nuestro jefe
y preguntó confundida
nderlo, él explicó pacientemente: "A nuestro jefe le gusta más senta
dió con alguien que
mó su vaso y tomó un sorbo. "Lo
u cuerpo fue golpeado por detrás, e in
sonrió encantadoramente a Sharon y dijo c
Respondió Shar
omentó: "Hermosa mujer,
jo Sharon con
salida de la barra, una luz colorida bri
estaba estupefacta y su
de repente se dio cuenta. Apresuradamente sacó cien dólares
a del
sa calle y buscó la figura familiar, esper
u alrededor y no vio
ella todavía est
fuerza con ambas manos. Su mente estaba en un
quivocada? ¿Er
darle una
as miradas de todo tipo de personas. Ella inconscientemente agarró su dolor
oda la ciudad comenzó
faga de viento sopló y
ntivamente extendió su ma
aba debajo de la gran pantalla de la plaz
ra fría y
delgados labios estaban apretados en una línea rec
que su mundo se derru
arpadeó y lo miró varias veces. Él
arecido innumerables
bre que tomó s
a no era rebelde y malvado. Estaba emitiendo un fuerte esca
sorpresa, se convir
Tal vez él había cambiado,
entes para que la gente
ar donde él estaba. Ella no podía controlarse. Su corazón l
se detuvo a cie
nocía? ¿Qué más diría ella
l menos tenía que darse cuen
retó los puños, se calmó y ca
nte a él, una voz fría de repente in
quedó atónit
como el hielo que nunca se ha
jos eran fríos e intimidantes. La miró con indiferencia, como si estuviera mirando a un ex