NEÚGIER
RA SE
do, cada persona escondía al menos uno y no import
iante para todo aquel residente en el pueblo
o que estaba sucediendo, no había más que h
aterrada, es como si hubiese sido transportada tiem
de la furia que la había embargado al ver cómo planeaban asesinarla
udor, su pulso estaba frenético. Temió volver a caer en esa pesadi
se dirigió a su ventana a inspeccionar s
emente por la mañana, y nadie parecía ser buena opc
no contaba con el coraje de
ello, la idea decayó cuando se percató qu
r lo que fue un gran argumento para su madre a la hora de sacarlo a rastras de su casa. No se opuso, c
chero y una cajetilla de cigarro para pasar el mal sabor de boca que la perseguía desde temprano, pero la curiosidad del p
una excusa válida para dárselas a sus amigos
*
ías -alegó Sonya a su madre, a la espera de
o tiempo en que servía el lonche para el padre. Sin emitir palabra alguna le
mismas obligaciones y en el orden jer
eña sonrisa se des
stas, otra persona estarí
a esa fría habitació
cados comet
asiones perdí
bueno como tan perverso, en
personas, sin embargo entre las cuatro paredes de su hab
perturb
o rodeaban
la muchacha cruzar su puerta. No ocul
la peniten
staba más que acostumbrada. Y como todas
y como ya sabes -ronroneó sin culpa-, deb
bajó su cabe
ndo el recipiente que cargaba sobre la mesita de noch
mortiguado
a gritos -terminó po
católica del pueblo, aunque prácticamente él la vio nacer y crecer, fue tambi
o era cata
*
ya, la señora transmitía tranquilidad e inspiraba una completa confianza,
llaba lo que
pacto de amistad ir
debía su ca
tenido problemas familiares en su hogar, S
personal, pensó detenidamente en las
lla solía ser muy pacíf
perra hij
s
eyó haberse deshecho de la escoria que jodía
en una sonrisa p
lito -
los, pues ella temblaba. Pelear con semejante ho
ntímetros encaró a Camillo,
a tu madre, retír
an alto, apenas se diferenciaban de un par de pulg
se formó en su rostro, aunque segundos d
cómo pudo ha
nunca muer
asta velamos un conjunto de tu r
a mat
a a Sonya, pero no fue impedimento para
ras. Celestino está en cam
ron, su altivez decayó y poco a
o más parecido al diablo
y retrocedió un par
aseguró, y d
a amenaza de respuesta.
u amiga con sutileza, temía encontrar
curiosidad
ndose en su propia sang