Amor verdadero
a mucho llevar el ritmo en la cafetería, suspiro profundo. De pronto alguien movi
illa trabando la pue
¿Y si
ue saltar po
tivamente querían entrar ¿Seria Daren? Esc
ué demonios
estoy busca
abajo. Si te veo de nuevo cerca de
se
ry, nadie entrara en esta h
erlas solo para él, pero estaba equivocado si cr
ar estaré esperándote, tu padre esta ah
nútil, no se podía contar
se hombre
ie entrara en
n quiere hace
, no sé porque, pero
o cumpla una
mucho par
trato sucio con
no podré d
or, yo haré lo mis
epto el bastardo de Daren podía intent
s veces anteriores. ¡Por el amor del cielo! Que habían hecho, tantas
, no creo que podamos li
lo, necesito i
asos, platos, botellas, colillas de cigarrillos y no podían faltar los preservativos. Asearon lo mejor que
tes de tiempo, y tenían toda una fiesta armada. Tanto que les había costado limpiar
ido, no pasa na
escaleras con una morena la cual estaba siendo manoseada. Ambas hermanas se quedaron de pie en el ma
radable, mis mujeres
lpa queremos
que tenía al lado, sin antes que esta la m
sadas y uste
y tú y yo conversamos un rato, teng
zón acelerado. Ni loca iría hablar con ese tipo a so
hablar, con quien debe c
e interesa mucho, creo q
esto
así que dile a tu pre
noche llevaba puesto un saco y pa
puerta te prometo que
te sola, tú me dijiste q
ones mis decisiones, s
obedecerlo, presentía que nada bueno iba a salir de aquella charla. Estaba atemorizada, no sabía a q
mo despacho, pero la verdad es que no había tantos muebles ya que su padre se encargó de venderlo todo. Lo único que
dos fuera
pa
puedes sent
co, siempre limpiaban todo antes de poder usar
asco?
dad es
o te ha contado, nosotros teníamos un pequeño negocio juntos
debía plata a ese hombre no se quería ni
debiendo algo de dinero mi que
el bastardo de su padre le había pagado la
sta casa, así que como veras yo soy el nu
gunto tapándose la
ni mucho menos a tu hermana. Como ya deb
o somos de t
es vale que no intenten huir
o ya. Y seguir viviendo en Seattle ya no era una opción. Tenían que
mblaba de miedo pero no podía demostrar que lo tenía. Él puso las manos alreded