Yomega. Destinada a ser suya
a al lado de su madre -Te imaginas que sea una alfa, o una o
mó la madre con su vo
ccidente no hay nada que indique que vaya a s
estoy segura de eso y más te vale, nues
s. Por qué no podría ser un alfa o un omega, había escuchado de las complicadas relaciones entre ellos, de los lazos, de cóm
ocar el tema. Había vivido los últimos años viéndola sumirse en la amargura y el odio a los
or. Llevaban más de media hora esperand
á, y
oy, será mejor que esperemos calladitas- intentó suavizar el
canoso llevaba varios papeles en las manos incluyendo un sobre que
ó y una sonrisa
es una beta,
aba otro resultado, ahora no se podía hacer
*
a poco, se acostumbraron a la tenue luz de la ...oficina?
o? ¿Dónde estaba? ¿Qué estaba haciendo? Miró el reloj en su muñeca y e
z masculina cerca d
lla grave voz en la tenue luz de aquel lugar. Se encontró con su
r. Sus palabras se atoraron en la garganta m
o.... Sus ojos habían retomado su claro color verde y sus feromonas parecían
ón casi horizontal. Además se percató su blusa no estaba precisamente bien puesta y rápidamente cerró los dos botones que dej
omega? Mi omega- sus dientes casi r
r pes
me
alfas desde que entró a la compañía hacía tres años en las diferentes reuniones empresariales. También tenía que reconocer que era más sensible a las
mbre que soltó un gruñido y se leva
No sabía por qué pero no podía moverse. Simplemente solo podía ver como aquel alfa se detenía delante de ella, alto, grande, prepotente. T
se fragancia presente en ella lo estaba aturdiendo y no lo dejaba ra
s se detuvieron en donde comenzaba aquella lista de botones que ella había abrochado antes. Su piel era realmente suave. Ya la había sentido antes cuando la acostó en el sofá aunque se de
vena palpitó en l
doptó su porte serio al ver que su repuesta no lo conv
lar timbró y el alfa estuvo renuente en cogerlo negado a romper aquella atmósfera que tanto le gus
llamada le había hecho entrar en sus cinco sentidos
puesta beta hizo indicio de levantarse
mación por parte de su secretario. Tal vez las dudas se disolverí
al asunto, debía mantener la cordura. Romper su vida estructur
ta ahora incluyendo el desmayo. Se revisó ahora que su mente estaba fría y encontró todo en su lugar. Al menos no la había atacado sexualmente. No quer
sexual. Ya acaba de salir de uno de explotació
lso sin revisar si dejaba algo. Nece
echo familiar sobre la cabeza. Abrió la puerta de su casa para enco
lle
se giró hacia ella. Hans te ha estado llamando y no re
ellas desde que eran niños, podía ser un poco sofocador
diar más palabras subió las escaleras y se
n grueso labios, un cabello rubio semi ondeando que tenía un corte clásico algo largo que acariciaba su nuca, una altura mayor al metro ochenta y un cuerpo estr
B en el papel. Albergar esperanzas era inútil, no se cambia de be
upciones, y menos de su novio, ya mañana hablaría con él con la mente fría,
e pastillas y tomó su dosis diaria. Su cuerpo se r