El Destino De Jennie
ista de Je
odidad. ¡Sus ojos verdes eran tan hermosos! ¡Su rostro
l uno al otro, nuestros rostros a solo un suspiro
, haciéndome sonrojar. ¡D
jó por el hombro, haciéndol
ntente alejado de ella, bestia asquerosa", escupió Lisa,
allí, lívido. Nos miraba como s
ló. "Malditas cazafortunas. ¿Acaso crees que quiero tocar
Lisa. Rosé la detuvo, su
pata. ¿Quién diablos quiere tu dinero, imbécil?",
urioso, dio un paso hacia ade
tipo alto lo tomaron por
us perros guardian
cerraba las manos en puños, habló: "Cierra tu
ió Lisa, dando un paso hacia adelante.
qué
Emma, acercándose
ad de Hunsberg, por el amor de Dios! Rosé, sácalas d
ó a ambas hacia
ué estabas pensando?! Deberías haberlo abofeteado
defenderme varias veces, no es mi culpa"
pongan de mal humor. ¿Quién quiere una ham
, emocionadas. Entonces, nos
ez de la
o en mí. Me habían llamado cazafortunas y puta, y me habían dicho q
isiones? De hecho, lo que él quería er
n torno al dinero? 'Solo es un mocoso mimado. No te est
rme si salía un rato a to
para mí. La comida es lo único que me ayuda a aliviar la tristeza
área y, a lo largo de la acera, había farolas que funcionaban. Las pers
lugar s
ar en los estantes algo rico para comer. Allí den
los paquetes de papas fritas, la campana que estaba sobre la puerta sonó, alertando al persona
Se me heló la sangre. No era porque lo conocía, o porque llevaba arma
calofríos. Sus ojos marrones se oscurecieron con malicia. Al cruzarme con su mirada, la piel se me e
fingiendo que miraba algunos productos para acercarse a mí sin s
mi búsqueda de comida y me dirigí hacia la caja. El mostrador lo atendía un
ras me acercaba a él. Eché un vistazo hacia atrás para chequear al hombre espeluznante. Me q
persona era alta, debía medir alrededor de un metro nove
o de la ventana. Acto seguido, volteó, se escondió más en la c
era... ¡
ría allí? Bueno, aunque quizás
me tranquiliza
cadillos que había seleccionado. Después de pagar, me escapé po
rvando y siguiendo. Volteé, y me encontré con
, D
e estaba siguiendo?!
nía ni idea de a dónde me dirigía! '¡¿Estoy perdida?!', me pregunté. No podía encontrar la casa d