PUREZA 3. LAS DULCES ATADURAS DEL AMOR
lamara y tomo la iniciativa, necesitaba un último encuentro c
al escuchar que res
ndido – creo que estamos c
seguridad al otro lado de la línea - aún tene
han sorprendido al escuchar a Rania
sabes. Quiero que ac
ro ¿c
añana a las sie
ue sabía de ella, por el incidente que habían tenido y porque no quer
insistió ella presi
. Si está b
ces has
bien. C
fría despedida, Rania respiro profundo al pensar que era
correos que debía enviar, reviso su reloj y faltaban quince minutos para las siet
celular en el bolsillo de su pantalón
ar un poco más tarde? – pregunto él, logrando escuchar música al
upes – la esc
e estés tranquila o puedes decirle que te lleve a la habitación – ofreció él, haciendo
e queriendo sentirse segura, pero él ya estaba preocu
azul, el ambiente dentro del lugar era extraño, estaba diferente a la última vez; se sorprendió y extrañada se acercó a una de las meseras escasas de ropa - ¿meretriz? – pregunto Rania, la
y llamó a Meretriz quien debió entrar a la oficina de administrac
saludo
va a buscarte para que por favor me es
ré pen
o ruido? – pregunto
tercer vie
me espere en la oficina, ya voy para allá ordenó Ethan caminando
o de Ethan y subió
s azules, representaban a mujeres heterosexuales, las verdes representaban a los hombres heterosexuales; el color fucsia, era de las mujeres bisexuales, las amarillas se asignaron a los hombres homosexuales, las moradas representaban a las mujeres homosexuales y las blancas eran para los administra
que esta vez no participaría y corrió en busca de Meretriz – dime que la encontraste – murmuró
luces se apagaron; el corazón de Rania empezó a latir con Fuerza, y antes de poder dar la vuelta a la puerta, alguien entro empujándola donde ella sólo podía ver el brillo de las pulseras de colores mezclarse; empezó a buscar un lugar donde se pudiera sentir segura mientras buscaba la puerta de salida, cuando un brazo la tomo por la cintura y la pegó a un cuerpo – quien de
quien en las penumbras, logro ver una pulsera azul, sola, moverse con lentitud; intento caminar a ella y en un movimiento rápido, una pulsera verde se unió a la de ella, el corazón
ún más, el oxígeno empezó a entrar con dificultad y colapso; cayó al piso inconsciente haciendo que el hombre a su lado simplemente se alejara – Rania – entre el ruido de la música y algunos
ub, la llevo hasta la clínica en
trajo con él una joven, llamó a la especialista que tenía autorización para acceder al historial médico – no creo que tenga que ver con la cirugía – esc
sido su sumisa temporal llegó corriendo al consultorio pero Ethan la detuvo - ¿Qué vas a hacer? – inquirió Ethan y ella lo miro con extrañeza – soy Psiquiatra y fui llamada por una emergenc
a inclinada – ella me citó allí, necesitábamos hablar y ella quiso que fuera allí – explico él pausadamente – justo el día de salón libre – reprendió de nuevo ella reconociendo el evento que realizaba – yo no recordaba que era hoy, estaba muy ocupado en el trabajo y lo olvide – respondió Ethan con frustración; se sentía responsable de las crisis que había vivido la joven – Ethan, tu y yo somos iguales – él negó con la cabeza mirando a la mujer a los ojos – nosotros no podemos cambiar Ethan, es nuestra naturaleza – continuo ella, Ethan suspiró frustrado – yo pe
e la joven, se sentía responsable de ese dolor que había revivido nuevamente cuando
presencia le regalaba – Lorine – la temerosa voz de ella rompió el silencio haciendo que Ethan se levantara deprisa al verla incorporarse preocupada p