Hilo Rosa
ango, Da
gran fam
ango, Da
gran fam
o frito, un amab
or, un Dango
de sésamo, la broch
eúnanse todos, u
deje como un fetichista; y es que no es fácil describir la fascinació
cambiar la historia, hasta un hombre con botas de construcción, que se mantiene fuerte para sacar adelante a su familia. ¿Ahora entienden? L
sión, el protagonismo se lo llevan un par de zapatillas de plataforma que podría usar una muñeca victoriana. Ya saben, de esas que ayudan a la aparente
atos de vinil rosa pastel, con correas entrelazadas las cuales tenían moños y encaje que adornaban su extensió
Apresúrate, llegarás tarde al colegio y yo al taller. -Se quejó, gru
eluca-canturreó dulcemente, incluso hacie
en ese garigoleado espejo, acomodándose su pomposo vestido, peluca y dando últimos retoques al maq
peluches, moños y "chingadera y media" como diría Gri
su primer día de clases en la preparatoria
ó a la cocina, sentándose para recibi
eteando con su mano la barra donde
bló la niña, moviendo sus pintadas cejas, para dejar esca
l mueca de huele pedo...o como coloq
e -refunfuñó en respuesta, causan
zada en metal. A diferencia de su hermana, él sólo tenía ese calzado que iba acorde con sus viejos pantalones holgados y su roída
de punkesitos a ella, estaba muy emocionada. Mientras que su hermano la miraba por el rabillo del ojo, sonriendo sólo un poco con las cejas arqueadas. Temía
paró frente a la entrada
marle foto al agresor y enviártela, y no asustar
te, esperando que rec
innecesario -sentenció Kiki, pujando para sacar de s
tisfecho Grimm, acercándose pa
a que invadía casi toda su cara...y regla
bienvenida con globos y letreros a los de nuevo ingreso y viejos estudiantes. Seguido de eso, corrió tanto como sus
te energía rosada, lograba alegrar el pesado ambiente de regreso a clases. A Kiki la definía su vestimenta, y su confianza le permitía ac
ecreto. -Reía tontamente la pequeña, mientras se despedía con la palma de su mano, pues sabía
ue contarse que el tumulto fue inevitable, algo que provocaba que fuese dif
tomarse de las prendas ajenas que iban en la misma
an pequeña! -Soltó una leve carcajada
s que sintió una penetrante mirada. Kiki alzó la vista, y sus dorados ojos se posa
aura fría que emanaba. Poco a poco su mirada iba bajando, hasta que sus mejillas se sonrosaron, acompañando al n
ntroladamente, pareciendo que había sa
ropas negras, se volviesen el centro de atención, sobre todo cuando la
ados...mientras que por otro lado, tenemos las botas del chico, unas piezas de falsa y gruesa piel que se tapiza con varias hebillas...uno es un calzado más ab