Dí que eres mía
l cansancio que ya sentía, al reposar su cabeza en la almohada se había quedado dormida en segundos. Eran las once de la mañana cuando abrió los ojos de nuevo
arlo en la cama, así que se puso de pie con una sonr
llos, todo el mundo lucía feliz, disfrutando de una buen día. Se recostó allí hasta que el bar la llamó y con una sonrisa pidió un coctel. Fue relajante estar unos minutos solo r
tarde. Se alejó lentamente mientras los sonidos se iban apagando hasta que las olas la llamaron, dejando sus lente en la arena corrió hasta el agua y se zambulló con una sonrisa. Nadó a través de las olas usándolas para impu
ate se detuvo justo frente a ella a unos metros dentro del mar y eso la confundió, siguió caminando solo para notar que el barco se movía co
rla a subir. Le entregó una toalla para que pudiera secarse, un gesto que le agradeció antes de
a nadando sola en la playa- comentó él con
or la playa- explicó e
urs del hotel, era grande, espacioso y no faltaba nada. Ella siguió a Sergio hasta la cabina desde donde se manejaba el
comentó Sergio -o puede
Inquirió el
go tiempo sin sacar a este bebé
ya- comentó ella con una
na llamada- dijo él con
que cuiden mis cosas?-
as suban a tu habi
n como esa- ofreció ella mirando al hombre que par
ores accionista de este hotel- afirmó é
la llamada. Unos segundos más tard
erarán en la habi
ba para nada- afirmó
. Entraron en una especie de sala de descanso donde había un bar
- Preguntó él viénd
tomes- af
y no era su favorito, pero aceptó el vaso con una sonrisa. Se diri
yo nos dirijo- le ofreció él
a- aceptó ell
olo reía. Estaba disfrutando de aquel paseo, observó como la playa del hotel desapareció de su mirada y pronto otras playas aparecieron, algunas las había cono
e lugar- le dijo Sergio
quedarme con un extraño en una lugar rem
ó él acercándose con lenti
he anterior estaba de nuevo allí y esta vez claramente era ella la presa. Su co
cir?- Preguntó e
l con una sonrisa lujuriosa -me dejaste hipnotizado con el placer que mostrabas, verte mojada,
rendida sintiendo como el r
le dijo Sergio con fuego en los
aste?- Inquirió ella
e algo en este lugar. Fue difícil fingir que no sabía quién eras anoche en el bar cuando lo único que quería hacer
no tuvo nada de casual- comentó ella s
onrisa depredadora haciendo que s
sintiendo crecer su hum
ronca -pero esperé con esperanza y valió
n mucho tiempo, el deseo la recorría con fuerza moj
ó ella con algo de acusación antes de sonreír mordi
tió él -tanto com
Fue lo último que pudo decir antes de que Se
ormas posibles. Sergio jugó con su lengua, al mismo tiempo que mordía sus labios, las manos se dirigían a todos lados hasta que con un impulso él le dio la vuelta. La evide
ker- le dijo Sergio al o
menzaron a empujar contra esa dureza y fue entonces que él se detuvo. Terminó de desnudarla con rapidez antes de verlo arrancar la ropa de su cuerpo
lo la hacía estremecerse con deseo, Sergio sostenía sus caderas moviéndolos al encuentro de sus cuerpos. Ella se sostuvo del barandal del yate mientras el so
as, ella gimió desesperada dejándose llevar y fue entonces que su cuerpo explotó. Se corrió gritando con placer, su vagina palpitaba apretando la erección en su interior. Dos estocadas
edaron allí hasta que sus cuerpos pudieron move
Sergio viéndola con la lujuria
musitó ella antes de subirse a