Reina del Alfa
eseas entender lo que ocurre en este es necesario leer el primer
ocadas por las pocas gotas de agua que usaban huir desde el techo. El delgado suelo transparente qu
nto como si aquello fue su rutina diaria. Las luces proyectadas levemente se reflejaban en las largas mechas de ca
ía perdido dentro de los registros familiares pero eso no hacía que perdiera su valor como tesoro. Su hermano siempre se h
dadero origen, ni su extensión completa pero escondía profundos secretos. Uno de ellos era lo que ahora tenía delante de él. Sus oscuros orbes verdes se iluminaron
emperatura fuera aún más baja allí dentro formando una leve costra de cristal atrapando todo lo que podía estar dentro. Se arro
más caliente. Frunció el ceño y retrocedió. La superficie del agua comenzó a moverse en diver
o aquello y no dejarlo salir hasta que estuviera en su mejor estado, pero parecía que ya era muy tarde
cie desde las profundidades. Su avance era constante y poco a poco fue emergiendo. Primero la cabeza cubierta de negro cabello, después el rostro joven, el torso desarro
acíos. Litus solo pudo tragar en seco. Era una imagen embriagadora y a la vez imponente. A pesar de ser un alfa con más de 400 añ
cubrió hasta los pies con ella amarrándola enfrente. Aún no podía creer que sus ojos la tuvieran delante, con ese as
despertar y tu cuerpo
s rompía la fría expresión en su hermoso rostro. Él no se molestó porque ella
a terminó caminando suave a su lado adaptándose otra
le difícil caminar pero aun así no se detuvo. El viento frío y violento goleó su rostro cerrando sus ojos. El alfa se puso frente a ell
ndole señas con la mano a los canes detrás de
único que sali
*
salón central de la mansión. Era un lobo joven y sus lágrimas desacreditaban su aspecto varonil. Estaba arrodillado en el suelo y rogaba por se
nada de Crystal donde regía Asule, el más viejo de todos ellos y aunque era sabido que era sumamente estricto no se conocía ningún caso de violencia como alegaba el lobo. Incluso era de todas las manadas la que mejor estaba ubicada en tierras
ro no sabía exactamente por qué. También había otra fragancia, una ext
ó más cerca de él pero se detuvo al escuchar un gruñido por parte de Leoxi que estaba a u
ede formar parte de la familia pero no puedo hacerlo simplemente porque dices de Arisu está siendo c
tre el cabello para moverse rápido después- por eso es que no me importa hacer eso- el lobo se lanzó ráp
abía lanzado a Nebraska detrás de él y todos comenzaron a gruñir cuando el atacante se de
aaa- se contorsionaba en el suelo hasta que con un último grito se quedó con los o
pero algo le hizo girar su ro
no está muerto, so
nadie se diera cuenta. Cubierta por una gruesa capa solo dejaba visible su cabeza y el larguísimo cabello negro. Se
y caminó hacia ella, su rostro e
isci
lto a c