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Sangre y Fuego

Capítulo 4 Ángel y demonio

Palabras:1259    |    Actualizado en: 25/02/2022

li

apaz. Succionando sus deliciosos labios entre los míos

lo e introduciendo ambas dentro. Mis dedos acarician la piel tibia y tersa de su

beso, soltando

labio inferior. – Sabía que serías toda una fiereci

las eleva por encima de mi cabeza y l

o y llevo demasiado tiempo esperando este momento. - susurra, ofr

a mi merced ha sido una de

favor, bésa

os y en respuesta le muerdo el suyo inferior. Con su mano libre sujeta mi cabeza

tocarte, déjame mov

me la comisura iz

poco. Separando su cuerpo del mío y temo que por mi im

ayas. – susu

a expresión extraña. Cómo si q

tú tampoco. – masculla y libera

por uno. Se la quita y la deja caer al suelo, entre sus pies. Con toda la calma del mundo

en "six pack"y lunares...¡Dios! Al menos una docena de diminutos lunares en su pecho y abdomen,los encuentro tan sexis que saliveo de ganas de besarlos todos.

sient

ea como yo, besando a un

sa a vengarse. Rápidamente me levanto del sofá y me alejo de él lo más que puedo. Sé que estoy siendo una tonta, es ob

unta, prácticamente

y pongo los ojos en blanco an

mente, acariciando mi cabello suelto y r

recaución de dar un paso atrás y estar fuera de su alcance. Su toque es hipnótic

io las respuestas que podría darme y al parecer decide que ningu

demando adoptando una postura petulante, llevando mis manos hacia

se tipo me subió a la fuerza a una furgoneta. Esto es secuestrado, ¿

os. - suelta de sopetón y yo me quedo mirándolo

ro...- no logro c

zquierda imperios

o que estime conveniente y no te preocupes por tu trabajo. Hoy mismo mi gente se e

a vez en mi vida deseo sacarle los oj

hacerme esto? ¡¿Quié

Agarra mi cara con una de sus enormes manos clavándome los dedos en las mejillas, todo rastro de bondad en él h

ando en sueños durante tres años, soy el hombre al que deseas incluso ahora, aunque estés muerta de miedo. No juegues conmigo, pequeña y no te engañes, de mí no puedes escapar.

a devorarme entera. Puedo sentir como se inflama la piel de mis labios bajo su agresivo ataque. Le empujo con todas mis f

ntigo podría hacerte más daño del que crees.- se aleja dando pa

a tu antojo, pero te prohíbo salir a la playa o

edos y camino de un lado para otro dentro de la habitación. Presiento que estoy en mayores problemas de los que sospechaba, la expresión de Alex me asustó horriblemente hace unos minutos, porque no sólo denotaba q

manos y llorando desconsoladamente, porque estoy convencid

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