Chicas inocentes y vírgenes
¿qué piensas de todo esto? preguntó con curiosidad . - No sé qué decir. "Ella me conoce muy bien, así que sabe que estoy mintiendo. Así que resuelvo decirte la verdad sobre mis pensamientos. "Ten
bien. - Creo que si. Mira detrás de ti la puerta entreabierta . "¿Qué tal si cierro la puerta y actúo como fotógrafo?" ¿Puedes aterrizar por mí? - No creo que sea necesario, Rodolfo. "Yo soy el que dice eso, niña". afrmó enojado. - Creciste, Laiza, y te pusiste muy caliente. Putz! Ni se parece más a esa chica que seguía llorando por todo. Se convirtió en una mujer hermosa. - ¡Gracias por el elogio! Ahora necesito irme. Trato de pasarlo, pero estoy atrapado por el brazo. Lo aprieta muy fuerte, como si quisiera arrancarlo . Lo miro a los ojos, sabiendo lo que eso signifca. Su mirada es lujuriosa sobre mí, devorándome como si fuera un trozo de carne. He estado notando estas miradas desde hace unos días. "¿A dónde crees que vas, niña?" Te dije que te quedaras. - ¿Que quieres conmigo? "Me temo que tratará de hacerme algo. - ¡Tranquila niña! No hay necesidad de tartamudear. Solo quiero hacer algunas cosas contigo que he querido durante mucho tiempo. ¡Dios mio! "¿Q-qué d-cosas?" "¡Ni siquiera pienses en gritar!" De lo contrario, no responderé por mí mismo. Mantiene su mirada maliciosa sobre mi cuerpo. Siempre he vivido con todo esto, así que no es nada nuevo para mí tener ese aspecto. Sin embargo, ningún hombre ha intentado jamás tocarme tal como es. Su mano baja por mi muslo, haciéndome querer gritar. Pero él pone su mano sobre mi boca, haciéndome imposible pedir ayuda. "Te dije que no gritaras, perra. Mis ojos se llenan de lágrimas. Quiero salir de aquí. Tus caricias me causan asco y repugnancia. Es un hombre de mediana edad, su apariencia no es la mejor y su mal aliento me da ganas de vomitar todo mi desayuno. Incluso perdí el movimiento de mis piernas, porque el miedo me paralizaba. Es siempre así. -¡Rodolfo, por favor déjame ir! "Si no fueras exclusivamente del Sr. Campbell, estaríamos teniendo un largo día juntos, cariño. ¡Ahora sal de aquí antes de que cambie de opinión! Corro lo más rápido que puedo, sin saber si tuve suerte de haber logrado salir ileso. Me estremezco cuando cierro los ojos e imagino que me toca. Lo que más me asustó fue que dijo que yo pertenezco a un hombre. ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? Esta pregunta me tiene completamente intrigado. Capítulo Tres DESPUÉS de que prácticamente salí corriendo de la habitación, donde estaba atrapada con Rodolfo, siento que mi corazón está a punto de estallarme por la boca. Mi pulso acelerado me da una gran sensación de que me voy a desmayar. De solo imaginarme que casi me viola ese ser mediocre que ni siquiera sabe respetar a su propia madre... Aunque un ser asqueroso como ese no merece tene