El Socio Árabe
Ha
um – conteste
y sé que no es de aquí, en seguida ca
a, el secretario de su señoría Rashan Els
, estoy muy bi
unico al
alteza Hassam
ondí cordialmente – estoy mu
persona. ¿Cómo está tu agenda mañana en la mañana? – me preguntó
la agenda libre, usualmente los jueves evito tener reuniones a menos que sea alguna urgencia internacional. y ad
cretaria para revisar mi agenda de mañana, c
do perfectamente si no pue
te aviso. No
iernes con unos pocos amigos, shisha, whisky, y unas sirias que saben mover el trasero. Las fiestas privadas son lo de él, sabe que en mi posición no
boxeo, le pedí a la asistente de servicio que solo me hiciera café y un batido de proteínas, a las 8:30 quedé finalmente para desayunar con Rashan, tengo curiosid
ara tomar el resto del viaje por la calle paralela a la playa. Al ver el parque público Athanaiba me fijo en qué hay cierto deterioro en los jardines, anoto mentalmente habl
ción una mujer con unos leggins azul claro y una franela negra que le tapa la mitad de su trasero, a lo lejos me doy cuenta que es una extranjera de las que respeta el código de vestimenta estable
pequeña niña rubia y se les sumo un niño más grande que era más del color de ella, blanco bronceado, yo casi
s ella, la mujer con la mirada c
acera por donde venían caminando y aprovechando los vidrios tintados vol
o esperaba volver a verlos. ¿Sera
; lleva una franela un poco holgada, no se le ve que tiene senos muy grandes, pero se le marca un trasero genial que se me agua la b
legarme al cuello, con mi 1,92 metros de estatura, tiene la piel dorada, cabello entre marrón y rubio, está vez llevaba lentes de sol oscuros, así que no pude ver sus ojos, miro como habl
ue puedo imaginarlos rodeando mi pene que por cierto y
moon. –
aya, ojalá pudiera verla meterse al agua. Suena mi teléfo
um Hassam, ¿q
un minuto de la embajad
er concentrarme en la reunión que me espera. La embajada está a escasas dos cuadras del lugar donde vi a Moon. Me anuncio y abren lo
io que sirve como oficina de la embajada, la verdad que es bien cómodo y fresco, ya habí
ma está perfecto para comer en el balcón, ya sabes respirar algo de brisa marin
lante
e es como un bálsamo. Nos sentamos y tomo un vaso
buena relación entre Egipto y El Sulta
las copas
no quiero informarte que la señorita Rhasma Gasal hija del c
maras esto en un comunicado al ministerio, como siempre se hace con la v
ia sonrisa a modo de
antes de oficializar su visita, cómo sabrá su alteza, la señorita Rhasma es s
prospectos para casarme, como para que también venga este funcionario a ofrecer a la mimada hija de un comandante de su país.
vameee. – grit
inosaurio te comeré. – le respondi
y bajo mi mirada hacia los cocoteros que d
ta a ver si viene la belleza tropical Moon, la que ahora sé, es la madre de ese par de criaturas qu
encia? – me
gen, pienso. No me queda más que
s de embajador funges de cupi
ta que está incómodo con est
co de la señorita Rhasma – dije muy políticamente – si gusta puede venir y dis
rgo, su petición es conocerlo y compartir c
a que un predador quería devorársela. Miraba como la niña pequeña se acercaba a ella y le enseñaba su zapato a lo que su respuesta fue un regalo para mí. Bajo su torso para q
o la cucharita de té caía en el plato bajo la taza y al voltear vi que son
Esta es una de las bondades
ente muy bien ubi
pártele a la señorita Rhasma mi número personal o si se siente muy apenada d
elajo sus hombros como si se hubiese quitado un peso
debo contestar está
dela
. Culmine de hablar con él y resultó ser una invitación de los Estados Unidos de América y debo acompañar al comité ya que mi tío a
ya mi Moon se había ido. Terminamos