El Delegado 2 ( Duologia Los Delegados )
qu
hé sonar mi celular y corrí a contestar, y cuando vi su nombre en la pantalla de llamadas, mi corazón d
y me preparo un poco de té para ver si puedo calmarme. Mientras pongo el agua a hervir, deci
a que tenía un padre muy posesivo y un tío que tambi
lla dijo que sintió durante el embarazo de Duda. Yo soy una mujer que si tiene ese anhelo y quien sabe, algún día, Dios los
no puedo tomar ese tipo de té. Y cuando termino de hacerlo , lo endulzo y empiezo a tomarlo para ver si me ayuda a calmarme, aunque es difícil, ya que contiene cafeína. Esc
a. Miro por la mirilla para ver si realmen
, quien no puede quitarle las manos de encima a su esposa, estoy un poco celoso por la forma en que la
o seguir molestándote - dice Diogo, saludándome con un beso en la me
vidar por ahora que David estuvo aquí. Y abro más la puerta para que entren. Observo a Nella
n bien!" Habla con
a mi cama y levanta a Duda, quien se despierta y mira
rácticamente explota al ver la ternura allí. Y
despertar? Nella pregu
leguemos a casa la metemos en la cuna - dice, y me mira
s que puedes contar conmigo, ¡siempr
ner una madrina maravillosa como tú! – declara Antonella
rmuro torpemente, y Diogo se ríe suav
a cuando se fueran, terminaría llorando como mantequilla derretida o podría aco
iente aquí! Pregunto, ahuyentándolos. Di
ro? pregunta
¡Pero es claro que
" y dice
e a dormir, el sueño es tu
la!" dice como si no me creyera, y tenía razón, sol
ibro que escribir,
tinúe. 'Le dije que estaba escribiendo una historia sobre un sacerdote y ¡se sorprendió! - dice riéndose mucho! Y me
omento riéndome del susto que me llevé y termino sonriendo dema
ácticamente ordena, y la dejo por el pasillo,
- le advierto,
?' pregunta, confundi
ara hacer preguntas?" l
Él se defiende. Y miro a Nella ,
gunta, cruzándose de braz
ontigo!" - Me desvío y, Dios, si no fuer
ojos brillantes y, además,
s imaginando cosas! -
convicción y continúa: - Estás muy diferente de
s que no están allí
que miente! Ella declara y me m
de leer libros sobre interrog
irás de todos modos! dice, y la
quien pone los ojos en blanco, y yo miro a Di
s vemos mañana!" Me quejo, queriendo que se
nte va a volver, esta mujer era un hueso duro de roer. C
duzco hasta la puerta. Cuando Anto
lo que me estás ocultando -m
o, ya que el jugo que hice se acabó. Tomo mi teléfono celular, que he dejado
mino sonriendo como un adolescente enamorado, sí, simplemente
ucho, mi herm