Sentimiento de una Cuarentena
es
te celular? -preguntó L
bre adinerado, el que dice
nosotros dos. Don Pedro había salido a
apá? -pregun
. Mi madre ya
le mar
una investigación policíaca. Había olvidado
os hacer con todo esto. Tal vez dejare pasar los días,
ieres a l
on
Ojalá que la pande
lgo así. ¡Quien sabe hasta
de café, era p
ía creer en lo que
plástico. Dos vasos de café helad
le llamaría pronto o quizá solo le mandaría mensajes de texto. Digo, para confirmar la
puedes hacer eso y yo no
a medio lleno. Cuando me vio entrar su rostro parecía asustado, despistado, un poco aturdido. ¿Mi aspecto era demasiado feo? ¡Probablemente! Aún a
, ya estás grande! -ex
*
espagueti blanco con fajitas de pollo para comer, Luis estaba revisand
n! -ll
anos voltean
ué p
e bu
tufa y fui a dónde la barra. Luís estaba mirándome, tenía una ceja
Ivin!- saludó, extendió
bien, por lo del Coronaviru
stumbre -se apenó un po
la estufa prendida, ¿puedes
hombre me miraba con atención, como si intentara enc
verla. Esta
abía logrado
do? Dieciocho años pasaron
or una époc
urarle que hasta he estado mucho peor que él. ¡Nunca se atr
Respiro hondo, y
. Sólo puedo decirle que él no dejara
e a verme? Si yo le preocupo re
arativos para cuando uste
ué estaba pasando esto? Me di la vuelta, caminé hacia adentró de la bodega, subí a mi habitación y tomé el celular. Vi a Luis en la co
? -cont
debería ir
ció mi nombré
narcotraficante? ¿Cómo se si usted no me es
mi estaba atentó a m
odias lo entenderé. Tú no me debes nada, pero yo a ti
r muchas cosas que me había tocado vivir, pensé en Marisela y en ese mo
onces! -di
Mi frialdad era algo
ogerla? -pregu
e la dirección
na hoja de un
¡Que tenga bue
dirección
. ¿Qué era toda está basura? ¿Qué rayos con mi familia? ¿Qué quería ese hombre de mi? ¿De ver
tí su mano sob
con interés-. ¿Q
quién era "él" en realidad?-, y decidí que tú irás co
su semblante se sorprendió de
en La
otó la palma de su m
ana lo
*
ieres? ¿A dónde vas? ¿A quien amas? ¿Por qué lloras? ¿Por
alla y el vapor aún seguía conmigo. Me puse ropa interior negra de encaje o la famosa lencería que le llaman actualmente. Sacudí mi cabellera y la cepille. Cubrí mi brasier con una playera blanca y salí del baño. ¿Qué iba a pasar hoy? El iPhone 11 estaba en mi buro con la pantalla apagada. ¿Realmente él era mí padre?
uelito! -le dij
periódico junto con una taza de té. Hoy no
ado mija! -su vo
alquier cosa
conmigo en este tiempo, si el hombre del que me hablas tiene buen corazón entonces sabrás que es tu padre;
amor de tus s
e construir cosas indestructibles. Le abracé, le abracé con todas mis fuerzas y
r estar conmi
de Don Pedro. Luís estaba afuera. El motor del bochito azul estaba e
ves
siento
tas l
s y sucesos que han pasado en este corto tiempo que la tinta no me al
toy l
convencida de que el contarte lo que estoy viviendo es una manera más de poder desahogarme de todo este peso que me hace sentir incompleta
ervi
ntas aveces son t
radio era algo genial para nuestro viaje. Tomamos el periférico dura
que es la vis
personas de los demás autos nos miraban, mi
aló la entrada a un fracciona
de bienvenida construida muy bien. La Vista es un lugar caro en la ciudad. Es un fraccionamien
n? -nos preguntó el
asa del señ
pidió su identificación a Luís y luego de ano
eñorita Ivin
oy ella
chas casas enormes, albercas, un campo de golf, más casas enormes y jardines bien bonitos. La casa de Regino estaba en la calle Astra en el núme
el escarabajo fr
aquí? -pregunté u
cción -y me enseñó en
o dinero hasta como para bañarse en
stamos aquí, hay q
la entrada. Dí un suspiro largo y profundo, acerque mi mano al timbre
quí! -me gritó m
e estaban mirando as
Regino? -les pregunté. L
uestas unas masca
esitan algo? -resp
que viniera, creo que él e
parecían no tener
? -preguntó
Soy
n ser un poco críticas. Aún así ignore si desconfi
stá esperando. ¡Noso
s curiosas y algunas pinturas enormes en las paredes. Los chicos sa
impresionante!
pantalón de mezclilla
sonas podrían
era como la sala del abuelito pero cinco veces más grande
e sea ahí?
e que hay alg
o. Avanzamos hasta llegar al salón. Era bonito. Al entrar, la gente que estaba ahí s
a está gente? -me pr
ecer somos gente importante
a un poco de música, había personas bebiendo vino y charlando sobre asuntos que
su voz-¡Que buen
e intento besarme la
-dije-. Él es mi amigo Luís
on y el momento p
nen ha
o a su derecha y Luis a mi derecha. Nos sirvieron crema de nuez, pasta, filete de res
tó de su silla y comenzó a
stán pasando
aplau
a, también nos da sorpresas inesperadas. Tengo a mis cinco hijos aquí conmigo, a sus correspondientes esposas, tengo amigos que siempre me han apoyado y en especial, p
unca imaginé a gente rica aplaudiendome! Regino extendió su mano y me pidió que me levantara de mi lugar. ¡Me s
é. No tenía más que aña
ata de moño y una camisa blanca. Su rostro era el rostro de
bastarda! -exclam
a frase por segunda vez. Me miraba a los ojos, se sentía poderoso y hab
Y tu cara debe ser igual que la de t
o por mi respuesta y me dio un pequeño golpe en la mano. Hu
te metas! La realid
o con l
cosa? -arquee mi
de una pr
ico quería lastimarme, él dio un trago a su copa, los i
se, dime algo
nstante. Saqué mi cuchillo (el que escondía en mi pierna derecha, esa era mi arma) a toda velocidad y lo lance hacia él. El cuchillo atravesó la mesa a una velo
ombrados/sin saber que hacer! Él se quedó boq
le dije-. ¡Y gracias Regino por la co
is y ambos nos largamos del salón social de la resi
*
acompañarme! -l
el periférico direc
i por llevarme. ¡Estuv
ímo
te su
y si, se hizo pipí
si. ¡Que se
Había patrullas de la policía y una ambulancia estacionadas afuera de la cafetería. Una cinta amarilla impedía
amos? ¡En ese instante no me sentía como la guerrera de esta tarde!
puedes
ocurrió
de pasar
impedía acce
¡Déjeme entrar!
uy agitada, el filo de mi cuchillo estaba resguardado cerca de mi piel y los latidos de mi corazón eran bombas atómicas arrasando con todo lo
aba m