Sentimiento de una Cuarentena
sa
por mi piel y su boca iba subiendo hasta mi cuello a una velocidad impresionante. Le mire a los ojos, habÃa fu
iene! -ex
i cuerpo le hizo culminar en algo indescriptible que solo pudo experimentar por algunos segundos. Su c
na chica! -susu
tó contra mi pecho y yo sentÃa que su respiración
favor! -le gr
¡Aguanta un poco más! -re
de su piel, se levanto de la cama, fue a vestirse y la
mañana! -pr
abitación y se fue. Desapareció de aquà y me d
de ocurrir esto
devore la vida a alguno de us
estaba yo. ¡Sin pena! Con los senos agotados, los ojos llorosos y las caderas rojas. Mi alma estaba rota, pero sabÃa que dependÃa de mà el volver a sanar. Y es
a salir de e
*
ese
si yo no le hubiera hecho caso a lo que me pidió? Tantas cosas que me estaba perdiendo y que hasta ahora estaba descubriendo. Esta ma
tengo memoria o al menos siempre pensé en ella desde que logre conseguir mi libertad. El pincel que sostenÃa mi mano comenzó a pintar de color azul la basta masa del océano. El profesor habÃa puesto
la música d
-nos pregunt
fesor. Pero nadie se atrevió a respo
les una noticia
aba un poco nervios
n las clases?
giraron
cias matutinas y yo estaba ayudando al pro
y es nuestro último dÃa d
undo está en una situación inquietante. De la noche a la mañana muchos paÃses ya estaban comen
avirus? -pregun
nes se nos adelantaron un
a pasar porqué los noticieros ya comenzaban a hablar sobre lo que deberÃamos hacer ante esta situació
preparado p
lda y el celular en la mano. Conecté los audÃfonos y puse a sonar mi Playlist de Indie. Baje las escaleras, pasé por la dirección, atr
te. Un hombre de camisa y corbata me estaba mirando. ParecÃa que estaba en una llamada telefónica y cuando vio que me ap
-dijo ese
ted? -pregunté
on sorpresa y algo de t
onunció una
lla. La mujer que después de tantas cosas re
igo Marisela! -ordenó
lo que quiera!
ue ambos s
mà y sus brazos intentaron rode
ropa era muestra de lo candente que se habÃa
res? -pregu
preocupada por
Marisela!
e acercó a m
sito hablar
Regino! -ex
ces no p
so no importa. No te quiero ver mamá y a usted señor yo ni lo conozco y no quiero saber qu
á hasta confundidos. Avance hasta la parada del autobús y viaje hasta la cafeterÃa, ahà es
ludó don Pedro-.
n Pedro tiene el cabello gris, es de estatur
él. Besé su mejilla- Todo estuvo bien. Aun
del coro
elantaron la
allada unos
no, tam
so al
escuela y un hombre también estaba es
Pedro se sorprend
mpezaron a discutir, as à que los deje
mi compañero de trabajo, asà que solo éramos don Pedro y yo atendiendo la cafeterÃa. ¿Yo
jaban, pude ver a través de la ventanilla que habÃa un zócalo amplio, lleno de vida y la curiosidad me abrazo justo ahÃ. Baje del autobús, caminé hasta el quiosco y aunque la cabeza me daba muchas vueltas y no tenÃa a dónde ir, la pr
tardes! -s
vimos? -pregu
do unos vasos en el
orita Ivin -dijo el clien
e sorp
busca? -pregu
te de detective privado o en su
carle algo importa
e quedó mirando unos segundos. ParecÃa s
? -pregunté-. ¿Usted viene
anca, una corbata roja y un pantalón de
¿Puedo hablar en p
rando unos segundos y con
hablar! -
n portafolio y parecÃa de esos tipos ejecutivos que salen y laboran en empres
hablar o solo quiere h
hacerte perd
ables de t
dia cara y luego volvió a acomodar el portafolio como al principio-. El señor Regino me pidió que la localizará, él
cleó algunos dÃgitos. Extendió el móvil hacia mÃ. Yo lo tomé ca
té la l
a? -pr
ola
nocÃ
ndo a buscarme? Y sobre to
estas por algu
sito co
onoc
pasado tant
se refiera, solo lo escuchare si
ndió. Vi sus cejas arquearse. ¡M
yo soy t
que él me dijo me hizo reÃr por completo. ¿Mi padre
je entre risas-. ¡Mi padre está muer
puras tonterÃas! Mis risas eran inevitables, o sea, más que nada porque él aseguraba
termin
me parecÃ
es bastante buena. ¡Mi padre! -y
y tu
sueños v
za de mi dedo Ãndice y colgué. El hombre frent
devolviéndole el celular-. ¡Un
aminé hacia la barra con es
ted -me dijo el hombre tras h
, no necesito un
El señor Regino m
o yo me negué. ¿Por que m
o hablar con usted -volvà al
idamente mal planeado. Don Pedro estaba
el hombre? -
dentro de mÃ. Agradecà que la tarde en la cafeterÃa
eñor que fue a mi escuela, hablé con él y dice q
tan pronto me ofreció ayuda. ¡Asà que tenÃa demasiada confia
amá saben si él es tu pad
erá cierto lo que dijo ese sujeto? ¿Será que la vida me va a presentar a mi padre después de tantos momentos en qué n
to de camb
n! ¿Qué dicen
na estaremos
malo para
os aquÃ, pero muchas personas ya están dejando de salir de sus casas. Varias personas está
las cosas me
el hombre deje de pensa
ent
Tome el paquete, una caja blanca con la marca del celular y el logo de la
ó y eso me obligó a volver a
*
ó. Llevaba el mismo vestido de la tarde, habÃa bebido y se veÃa
pronunció
llas sobre las mesas, solo m
tás hacie
o si
ra? Bueno, creo que no tenÃa razón para dudar de
-sentà un poco
o tan idénticos al pasado, solo por el
ento ser una cobarde -hizo una pausa, el rÃmel se le hab
né-. ¡No es necesa
tà que en verdad estaba mal. ¿Cómo podrÃa ayudarla si
dad Ivin
iniste a buscarme en todo este tiempo y ahora ¿vienes con tu vestido de gala nocturna, justamente el dÃa en que un hombre me habla por
re fue esclava de sus propios deseos egoÃstas y la tristeza era
é. Solo antes, dime
o quien es él
ojos parecÃan disgustados y su c
tú p
rus venÃa con papá inte
hablando
int
as a ex
xplicarte, pero
serÃa ese