Alas del destino
y protegiendo sobre mi pecho, pero al mirar que era eso enrollado entre las sábanas, me di cuenta que era un hermoso bebé que me miraba con ternura. Al contemplar lo solo sentía y tenía la necesi
ias llamas en diferentes sitios o donde se podía percibir que eran casas o plantas. Pero a lo lejos se escuchaban los gritos ater
itubeo seguir esa voz que me hacía sentir segura, entre por una calle demasiado angosta en el cual habían varias puertas y sus muros eran altos con pequeñas ventanas, algunas de esas ventanas tenían ventiladores, pareciera que
idamente se cerro la puerta detrás de mi del cual me hizo saltar del susto y aún atónita me t
o de ese edificio y el cielo estaba de un color rojo con un azul grisáceo y negro, en el cual formaba un remolino que bajaba a la tierra y alrededor de él salían llamaradas de fuego que quemaba todo a su alrededor. Yo estaba atónit
de mi habitación era
tarde. Desde hace rato que sonó
Lo siento me
. - Si mamá gracias, ahorita bajo. - me est
o real, lo que más me desilusionó fue que no pude ver el rostro de ese
estir con mangas largas y chaleco negro, junto con una falta negra ajustada a mi cuerpo que me llegaba a las rodillas y unos tacones negros. Me recogí el cabello a media coleta, me puse un maquillaje sencillo y un labial rojo que combina perfectamente el color de mi blusa. Me puse crema corporal en mis bra
medor mi padre mi miró y con una sonrisa burlesca me pregunto. - ¿ Y dónde quedaron tus jeans?. Ahora si te vez dece
sí y tú que te burlas de ella. - mi mamá le dijo seriamen
seo suerte en tu proyect
n ese momento. -Me agache sin poder ver a nadie que estaba sentado en la mesa, mi hermana todo el tiempo se
. Por cierto apurensen Delia y Mederit, las espero en el carro.- se limpió la b
pá, que ya estaba encendido nomas esperándonos. Yo me senté en el copiloto y Delia atrás. En el trayecto íbamos en silencio porque cada quien estaba en su mundo. Delia con su examen y yo con mi exposición, y mi padre iba p
me dirigí a la puert