La omega del rey
spaldas y este solamente pudo roda
ó irritado. Era la últim
uiste y no me comentaste nada -la chica co
s -se dio la vuelta-. No me abraces si no t
me dejaste aquí sola -la beta se le p
o eres mi novia, no eres mi prometida, no eres mi esposa. No
viernos que nos acostamos juntos. ¿Porque me tratas así
ta. Así que mejor sigue con tus labores en el castillo. Porque y
a más de las que haces a un lado, luego de u
revía a amenazarlo y menos de esa manera. Era un rey que ponía a su pueblo siempre
o se acabó, ya me cansé de ti, de tus celos sin sentidos, tu lugar es simplemente el de la servi
antes de darse la vuelta e ir a su habitación a pensar qué fue
ugar en específico. Veía a la persona más hermosa que sus ojos alguna vez habían podido ver. Que es al morocho de pelo corto a los lados y con
es le devolvió la sonrisa, para luego echarse hacia atrás.
animado a visitarla desde que ingresó a la habitación. Era alguien que no ha
itarla, mucho menos alguien se animó a darle de comer algo esa mañana. Fue a la ventana y se sentó frente de ella. No había mucho
e puso a su lado-. ¿No te ha gustado la co
i comida esperaba por mí -se
detrás de la espalda-. Por favor, no deje
la habitación-. ¿En
asillo -respondió- Espera a
arlo, pero esta se alejó como si él tuvies
su mano-. Quiero sostenerte -salieron al pasill
vio como el alfa tomaba la bandeja como
le una sonrisa-. Son cosas qu
astillo, nadie se meterá contigo -dijo seguro, sin embargo, Dayana no estaba convenci
mesa-. Gracias por venir a visitarme. Este lugar
, me gusta aún más estar cerca de ti -buscó una silla para sentarse-. Come, t
ir -dijo incómoda
la habitación encerrada todo el tiempo -murm
dré -se ras
o de pie a su lado-. La mand
ue tirarlo en el plato, debido a que
diablos
rató de volver a llevarse la comi
o-. Espera aquí, no salgas de la hab
muró encogiéndo
os le dieran la espalda, a que no la miraran de la manera correcta o q
ioteca a escondidas para buscar un libro y leerlo. En ese momento deseaba estar fuera del al
que estaba con ese maravilloso ser como lo era Thiago, todo parecía ser perfecto. Dejó salir un largo suspiro, colocándose de pie y mira
untó la beta, mirándola con asco-. Eres la cosa
eso, señora -susurró dolida-. No le hi
s, una mujer fácil-escupió-. Apenas llevas un día y ya tienes
sus labios temblar-
-ordenó la beta con soberbia-.
eso -se puso de pie alejándose-. Le pid
rque te comerás lo que está en el piso, luego irás al b
haría alg
go lo que acaba de pasar o si no te las verás conmigo y co
, se
ego Lucy le mostró una enorme
ola sola nuevamente. Sus m
ntró, con una bandeja en las manos - E
ndose más dolida que antes
-le guiñ
a un gran problema para ella,