La omega del rey
as cerradas y que olían mal, por lo que rápidamente pasaba a la otra, evitando encontrarse con las personas de ese lugar. El olor a libros llegó a sus fosas nasales y antes de que pudiese
en su oído, logrando que dejara salir un
teca -dijo sintiéndose más pequeñ
son las omegas, en realidad -el beta la olfateó-.
Mi
starás viviendo bajo el mismo techo que nosotros -le sonr
spondió la sonrisa-. ¿No vas a salir corrie
ve ahí cuando llegaste y esa criatura aún s
iró la puerta-. ¿P
son todas las llaves de esta área, porque será fácil e
es enorme -abrió la boca en una perfect
án aquí los libros del rey y este casi nunca viene p
ntes-. Debo de pedirte algo... cuando esté aq
bo de hacer a
incómoda-. Nunca he sido bienvenida
e pasó con tu desayuno... ¿Pue
las que estaban ahí-. Te ayudaré a limpiarlo e
-estaba extrañado-. Puedes tomar uno de esos libros, e
to -abrazó el libro-. Busca las cosas
le sonrió incómodo-. Sé que no tienes amigos y las personas
dó sola durante ese tiempo, disfrutando de la lectura que poco a poco debía de ir mejorando debido a que su padre le quitó
por su cuenta. Esa noche no vio al Thiago y mucho menos en los días siguientes. La
teca que se mantenía cerrada cuando entraba. Dejó salir un pequeño suspiro, sintiendo como
bitación junto con otros chicos-. La llevaremos hacia
, corriendo lejos de ellos-. Si
te encuentra antes de que mueras, será mejor que no digas nada -le amarró las manos-. Porque l
ice nada -se encogió en
do, esto puede lograr que mueras antes - le pasó una
que podía ver era la espalda de esa mujer que tenía las llaves que por supuesto eran de Simón. La puerta de la biblioteca fue abierta y
so de la razón, ella fue maltratada hasta por los sirvientes de su padre. No podía moverse, su cabeza comenzaba a dolerle mucho y tenía mucho sueño. Comenzaba a odiar seriamente s
cias de ser la única hi
que le parecía mentira que todos estuvieran haciendo sus deberes sin andar hablando de la persona que estaba cerca de él. Fue e
erencia a medias-. No
a buscaste en el jardín? -lo aga
luego cuando fui a llevarle el desayuno como cada mañana su cama estaba
es algún sitio en el cual
ente de ella llegar -continuó sacando las llaves de su bolsillo-. Siempre se quedaba ahí y c
ba comenzando a dolerle
l olor a omega asustada capturó su atención. El primero en ir en busca de la omega fue
ndo el cabello de su ros
Hay que quitarle esas cuerdas y llevarla de regreso a su habitación para que pueda descan
ro salió de sus labios-. Debes de investigar quien es el causante
sus brazos-. Aún no puedo creer cómo es que existe alguien t
cargó-. Ve por algo para limpiarle la herida,
e dé cuenta, mi señor -cor
a inconsciente y que le faltaba alimento y agua. Apestaba, ya que
oteger, pero no soy di