Dulce Tentación
ítu
A
n como un estudio de arte, me cambié de ropa colocándome alg
Están del
. Por cierto, hoy me crucé con tu padre. -Susan dejo de masti
ara quitarle importancia-. Me pidió que te dijera que lo llamaras. -Ella
omo siga así. -Me río. La chica tenía
llos ojos azules, iguales a los de su madre. O eso había visto yo en las
me miraba desde el otro extremo del sofá
sucedido con el i
ena, es
del sofá y voy a la cocina por má
oche con papá y Henry. -Gr
je regresando de nuevo a mi luga
pedido que viva con é
pendido en el air
a tu padre le
años. Y me valgo por mí misma. No puede pretender que viva toda mi vida
uiero decir, solo llevan
muy s
ue lo disfruten. -Algo en mi voz debió
acerca más a mí y toma
o me hag
con esa. Te conozco muy b
blanco. A ella no
se hecho me golpea tan fuerte que la respiración se me corta-. Pero tranquila, no de
rme. Eres mi mejor amiga, Obvi
quie
nena. -Nos
que llamar a
se tensa. Poco a poco me fue soltan
do lo que creo q
de hombro. No hace falta que
exaltada-. Tus padres se fueron hace ya tres años a España. Como puedes ta
er quedarme. Tener que demostrarle a mi padre que, si podía estar sola, fue du
, las lágrimas comienzan
o dinero, trabajo, y cómo si fuera poco, t
sabas decirm
te. Tienes tu propia vida, Susan. Incluso planeas vivir con Henry, y eso está bien,
y parece pensar en
ondicionalmente. Así que, si necesitas de mí, sin dudas al