Dulce Tentación
ítu
RO
-a largo la mano y apago mi odioso desperta
sado cuerpo al borde de la cama y me levanto. Hoy comenzaría mi nuevo empleo como secretaria del dueño
tera coloco el café y dejo que se haga mientras voy al baño: lavo mis dientes, regulo l
í que salgo; enrollo mi cuerpo en una toalla y voy por mi dos
mis ojos cafés de color ahumado, delineador negro y máscara. En los labios me coloco un tono más claro, Nude. Cojos los tacones negros del armario y busco mi cartera por todo el lugar, la encuentro en la isla de la encimera junto con mi
e veo al otro lado de la calle hace que me tambalee un poco, la respiración se me c
me acostumbraré a ver
, está apoyado en el capó de su auto negro luciendo increíblemente autor
ano; siete y quince, aún es
ada, ninguna clase de indicio que me de confianza
gesto y besa mi mejilla. Mi corazón se detiene por un leve segundo. Su olor, Dios que ri
al vez sonaba como una tonta
trabajo. -su voz es profunda al
a tomar el metro, n
ronunciado aquellas palabras, me hacen pensar en otras cosas... Sacudo la cabez
él abre la puerta del acompañante y subo. Segundos después: ya estábamos adentrándonos en
mala primera impresión. -miro
-le veo un atisbo de sonrisa pero d
ees que no
eso. -¡Joder! Mi inten
Carol. No
siento, mientras veo pasar
¿Que? Me ruborizo completamente.
ce no darse cuenta
o de Susan
emos visto mucho últimamente. Así que ayer
pensativo-. ¿Te ha men
UE?! Me gir
ersona, si quieres saber algo, ve y pregúntaselo a ella, no a mí. -Ya estaba comenzando a moles
nterr
áforo-. No te contraté para que me des información de mi hija. Solo fue una pregunta, ya que me mencionó que esta semana te m
lo quería enterrar mi cabeza bajo el asiento. Cerré mi gra