MIRANDA BUSCA NOVIO
todo su esplendor a las diez de la mañana. Au
de algodón verde, ni la cálida y gruesa pijama de blusa y pantalón, de suave tela caliente; ade
que ya brillaba en el exterior, pero no podía hacerlo si tenía trab
Sus pies cargaron relajadamente los cien kilos de músculos de
ba. Sus ojos estaban cubiertos por unos lentes tipo aviador,
las hermosas playas de California, el surf. Estaba peinado hacia atrás con el cabello largo recogido en una coleta baja.
al verlo quitarse el saco para dela
somándose entre las c
le dio la espalda, provocando que la espía de la casa de al lado s
e un stripper! -. Seguramente a eso se dedica, p
ncia no podía verlo bien, pensó retrayéndose. Recordó que tenía unos binoculares peq
aba que el invasor se quitara los len
tipo. Escuchó una voz conocida y miró al que llegaba-. Con que ya llegaste Teddy... -musitó vie
la sonrisa más encantadora que había visto. Sus ojos hablaban de un hombre abierto, amigable... y de nuevo esa sonrisa de d
ando como un hombre muy atractivo con finta de vividor, con una sonrisa
se momento,
ción ver atorado en el barandal de la casa a sus espaldas, una hoja, pero no le dio importancia cuando llegó. Ahora sí. ¿Qué andarían promocionando esos niños?
a primera idea que cruzó por su pensamient
sitó tomando el vola
ban a temblar, incrédulo. Soltó una risa tan sonora que
na chica como ésa, tan hermosa, necesitara de publicitarse para cons
ió. ¿Se trataba de una chica que vendía su amor? ¿Esa e
ón a los tres adolescentes. ¿Serían ellos los voce
a ¿qué fue lo que le
e tardó algunos minutos, antes
uán alto era el hombre de cuerpo distractor. Ted Collins era muy alto y de co
es. No le agrada ver al corred
ías, seño
eme R
as, so
ien tocar insistentemente el timbre de la puerta. Seguramente,
ular adornado de verde, por la ma
pasos cerca del barandal que la lle
uebles de su fallecida tía Gertrude y al pie
es vieja y requiere de muchas reparaciones, pero el terreno es muy grande y la zona residencial es tra
til y se inclinó hacia él d
voz baja? -le hizo not
camioneta y
la casa, llena de pasto crecido, Las propiedades estaban separada
stá vig
e end
e que viene a ver la casa. No qui