MIRANDA BUSCA NOVIO
jas. Con lo que le gustaba ha
rasero -dijo Ted
piedad? -inquirió viendo una extens
Gertrude, la dueña de la otra casa, eran muy amigas y
co complacido, lo cual
n no iba a pasar parte de su
tendrá inconveniente en pone
e lo p
usted o quién compre la casa querrí
do no. No era de los que, teniendo esa p
interior - co
la
as caminaban- la vecina espía a los
so
cupe mucho por ella. Es una chi
Ah
teresarlo aún más-, parece un ángel -insistió
se oyó un grito tan agudo qu
nto. Roman creyó que l
¿está
decidió salir, con al
aún más con su a
ió a oírse una furiosa y
, de anteojos, cayendo de nalgas al s
.. -dijo el hombre desde e
ano que carg
la mujer arrebatándoselo. Roman no
viendo en la acera de enfrente, al trío de adoles
la mandíbula cuando el vendedor hizo señales desesperadas a los adolescentes para que s
ntó Roman confundido
, emergió de la casa de al lado, un furi
la mujer y los adolescentes cor
a Ted nervioso al ver que
man, creyendo ver que Ted pali
or, cuando la mujer se detuv
acercándose con paso rápido hacia ell
ró con franco desagrado, pues la bata, las pantuflas de monstruo, los tubos
, quién pensó que la situación no podía ser más ridícula. El vendedor era tan alto como él
voloteando con su bracito la arrugada hoja de papel u
hora...? -inquirió rep
que los vecinos cercanos se asomaran. Algunos cuchicheaban
e desmoronando, pensó al ver cómo caía un p
.. M
-le advirtió dando un paso hacia él-.
e Ted el papel y luego miró a Roman, quien
rillo burlón en sus ojos. Luego siguió su camino, llena de dignidad en su
pel arrugado y co
es demasiado! -su
ó sobre s
? No quiere que su hija t
neó la
uió viendo incré
a como creí que serí
a, la de la fot
la seño
el mismo que Miranda
onrió i
y ésta chica son el mismo?
, señor
creerlo -d
cuñada,
ijo Roman
s. El muchacho y la niña son de mi esposa,
se llev
so
ó su carácter no ha sido el mismo y los niños están preocupados. Quieren verla fe
e la hermosa chica del anunci
s por
a -recordó y sonrió confiado-. Ahora, me siento apenado
valientes tus hijos -comentó
bles, pero ¿qué
siete años, de piel clara, muy d
ena lucía de la misma edad que el chico, cuyo rostro
casa? -preguntó Came
rte de us
riosa -mus
uecida -la corrigió Joshua co
os candidatos que elegimos quiere al