Olvidándome del Alpha
NZ
ercándome. Dejé la charola que andaba con vasos vacíos y saqué mi trapo, limpiando. Había ido al departamento por algo de
que acostumbrarme porque imagino que será todas las noches esto. Solo rezo para que ninguna bailarina
e para llegar a la barra. Estaba demasiado lleno y apretado esto. Iba apartando gente cuando de pronto s
o que recoger el dinero y no votarlo. Miré al susodicho, pe
ía algo en ese chico que me llamó la atención, usaba antifaz pero
pañera. El chico solo elevó las manos en for
iró todo -respondí, agachánd
arrodilló
omo el -explicó-. Hay algunos que le exigen a Jack que las corra, por incompetentes -nos pusimos de pie. Creo que en pocas palabras m
sin en
afi
nti
os a la barra, pero Jack al parecer había visto que hic
es descontar de mi sueldo -opine con pesar. Ni si
os, estén atentas cuando las llame -
bar, que si no me equivoco se llama Henrie, los llenaba de licor-. Son cuatro chicos y tal parece que son súper peli
narcos habían en este pueblo, pues creo que
Tienen una enorme mansión -suspiro y me
ya hubieras esta
haciéndos
cos más atrás de él, todos venían de traje, con perfectos antifaces en su cara, antifaces simples color negros q
del mundo. Jack los encaminó hacia la zona VIP, de allí podías ver todo lo que sucedía aquí abajo, nadie entraba allí, Jack so
súbditos, ósea a nosotros. Wow enserio parecen mafia allí juntos. Jack hizo un movimiento de mano a un grupo de chicas sentadas en una mesa de aba
se dirigió
stedes lleve cuatro wh
ir, tomando la charola con las bebidas, para evitar que me mandaran donde esos ch
y se los das -me guiñó un ojo para desp
implement
-sugirió Clara, Jack l
a Clara, la verdad hubiera preferido que fuera ella la que les sirva a la mafia. Le di una última mirada para des
notaran lo nerviosa que estaba. Al llegar donde ellos se sentía todo diferente, estar desde aquí arriba,
a uno moreno. Los describiría perfecto: ese e
-respondió otro, el que se miraba más serio y con aires de grandeza. E
ba todo, luego por él moreno, quien me dio una mirada de pies a cabeza descaradamente. Luego estaba el último,
st
de una buena vez, pero
aquí -era el chico moreno.
ás? -logré preguntar, la música al
ico s
s demás me miraban, menos el que me ti
-res
s venir a nuestra casa de camp
n narcos. De todas formas no iría. Estos chicos se ve que son peligrosos a pesar de qu
no puedo -les so
seco sin girarme-. Vendrás después de esta fiesta -afir
rees que eres para deci
aires de gran
-comentó, acomod
a lo que s
parecía estar arto de todo esto. Nicholas parec
reno al chico. Ahora se que se llama Sam. El otro q
burló Nicholas. Apreté los puños, ya me cayó mal este imbecil. Como me gustaría
n no sabía el nombre del chico del fondo. Me intrigaba, no se porque. La
s? -ese fue Jack, apareci
esera es nueva, eso se nota, ya veo que no l
o una mira
o? -quiso
a la casa y no a
e me a
ucharan, pero luego se alejó-. Ella ira, las demás chi
e replicar, pero
rabajo -
dentro, es que si iba a la casa de estos narcos ellos q
último, girándome y b
elo que no me volvieron a llamar de la zona esa en donde estaban los demás. Hasta que la fiesta terminó, a
abían cambiado, llevaban vestidos ajustados, ya no llevaban el antifaz a
dio una mirada rápida- ¿no piensas cambiarte? -me preguntó. Todavía
-con
da limosina. Mierda, que estilo. Nos subimos sin objeciones. El auto arrancó, empezando su trayecto hacia el territorio de los mafiosos. En todo el camino so
rgo y fastidioso
da de la enorme mansión. Si que era enorme. Había una fuent
da? -me pre
sí -res
traño señor, pareciera que fuera e
irándose y adentrán
egui
as hacia el segundo piso, una enorme sala con u
-Ustedes cuatro -las señaló a ellas y luego a mí-. Y tú, vengan conmigo -ahora miró a mis dos compañeras meseras-. Y ustedes quédense aquí, ya saben como es est
erando algún tip
fue lo qu
s a una especie de patio trasero. Pero lo que más me sorprendió era ver allí una espe
explicó-. Pero aquí no hay gato, vamos a cambiarle el nombre por uno más interesante
da desde que comenzó la noche, ¿e
que, chicas, vayan. Recuerden separase, yo las estaré
on, se miraban un
los chicos? -c
me pareció notar algo más en esa voz. Todo me parecía
a, vayan -anun
piel erizada me encamine también, el laberinto se miraba oscuro e incluso daba miedo, con la luna llena encima
ninguna de las demás. Hacía demasiado frío, había una especie de n
e detuve en seco al escuchar un grito
silencio, pero después se volvió a escuchar otro grito más cerca, y luego otro y otro. Alg
os temb
ro un gruñido detrás de mí me hizo detenerme en seco, había algo detrás de mi. Y era obv
. Lo hice, me giré quedando frente a un monstruo. Era un maldito lobo. ¡Un lobo! Era más alto que yo, era más fuerte, estaba
da era oscura, me pareció familiar. Sus orejas empezaron a bajarse. De estar en posición