El Último Adiós
lla de la familia Lu brillaban con intensidad, ha
upta forma que esperaba. Entonces respiró hondo unas cuantas veces para estabilizarse antes de arrojar el teléfono a un lado, desenvolverse de su bata y mete
que inquietaba a su tío Aydin la mayoría de los días y terminaba causándoles problemas a t
vagamente unos pasos sordos afuera, y pese a que parecían cerc
um" amortiguado, se p
ía con rapidez en su bata de baño para abrir v
el hombre y ella estaba aterrorizada por el repentino ruido que ca
as palabras en un tono bajo y ronco, y la mu
voz familiar y regresó adentro por instinto. Ella mir
te!", le ordenó con un temblor en cada palabr
n indescriptible en sus rasgos afilados, lo cual era mu
olvía más irregular, pues sin importar todo el tiempo que había pasado, ella todavía no podía olvid
e lanzó un bufido. Sus ojos viajaron desde el rostro de esta, pasando por la delicada piel blanca
re se inclinó al nivel de sus ojos y la evaluó con frialdad, pero estaban tan cerca
ño que la cubría. "¿Qué quieres?", cuestionó mirándolo a los ojos
todavía se aterrorizaba cada vez que
agarró por la nuca con fuerza y le dio una expresión amenazadora como un lobo mostrando los dientes. "¡Señora L
uerza, ella tembló cuan
algo de lo cual ocuparme en la empresa. Intenté llamarte, pero no conte
ió, por lo que se podía decir que no est
rezó y tiró su abrigo al suelo. Enseguida comenzó a desabotonarse la camisa a un ritmo min
mientras trataba de cubrirse todavía má
a que me duche? ¿O prefieres
ras que ella se obligó a levantar la barbilla y ender
itad en este punto, lo que revelaba una fuerte cl
ue pudiera procesar lo que estaba sucediendo, de
olpearse la cintura con el lavabo. Haciendo una mueca por el dolo
isgusto. "Si no fuera por el arreglo de mi madre, ¿crees que yo te hubiera elegido para mí? No ent
ue ellos se habían casado, pero nadie se
, ¿qué importaba ya? No había nada que
Ambos sabemos que todo lo que hacemos es aprovechar lo que
cho eso, se inclinó sobre su oreja y agregó con los dientes apretados: "
ra, la apoyó en el lavabo, le abrió la
a ira y el resentimiento que se habían estado gestando en su interior
lo estrelló contra la cabeza del hombre, y antes de que cayera en cuenta de lo que
la caída, se deslizó lentamente hasta el suelo, do
o como recuperó el sentido, saltó del lavabo
ntas veces lo llamara, él no le respondió nunca, así que la mujer llamó a la doctora
Rayan está
a persona al otro lado de la línea colgó para
n la puerta, se envolvió en una to
que se apresuró al baño con su botiquín
a su esposo. "Traté de que la herida dejara de sang