Corazón Traicionado - contrato de matrimonio
ciencia para mostrarle a Helena los vinos que más le gustaban y explicarle lo
on que ponerse equipo de seguridad: tanto para
te de ellos. No es que no quisiera aprender, pero simplemente no entendía. Jorge estaba allí por negocios, esto
o centrada. Al menos, eso es lo que parecía ser. Por un momento, se preguntó si realmente debería continuar con su
amor! ¡La degustación! - Jorge habló s
hablar, ¡no significa nada,
e dijo lo que le vino a la mente. Esto lo sobresaltó un poco, porque nunca le había ha
ó, quien, después de unos momentos de sorpre
la calidad de nuestros vinos! - E
lo espero,
que estaban expuestos en el most
, Helena. Este, por ejemplo, estuvo en barrica de roble du
o al costado, para dejar espacio pa
este, el sabor
uvo la misma impresión que
siguió explicando Jorge y le mostró a Helena ca
gira había sido muy buena. Jorge era un ca
de la Tierra, Helena y Jorge subieron
le agradeció mientras subía al v
odo mío. Verla fe
no, extendiendo su pulgar y li
org
ntro del auto y estaban tan cerca! "¿M
mente, dándole tiempo a que se negara. Pero ella no lo hizo y le
eso. Aún no era el momento y no quería asustar a Helena. Él ya sabía cuá
ó un poco y
rte todos mis defectos - Dijo y sonrió suave
Y quiero conocer a
bandonarás? - cuestionó. Ella sa
des, pero aun así, un ser humano. Yo tambi
Helena pudiera apoyar
solo comimos unos cuantos apetitos para qu
hambre, en realidad - admi
nces c
e los llevó al restaurante Guy Savoy
eído en una de las revistas sobre cocina frances
Helena no proviniera de una familia sin recurs
supuesto -dijo y la miró. Pero Helena
rante es muy suntuoso. Me i
na que no hablara así o pensarí
oblema. Voy
preocupes.
omó la mano y depositó un b
ombre la hizo tragar saliva. "
estaba complacido. Jorge era un hombre a
nte, ya que Jorge, a pesar de estar fuera de México, seg
¿Mesa para dos? preguntó el gere
iba acompañado de hermosas mujeres. Sin embargo, es
n la mesa más reservada d
caron a su mesa, una de ellas una hermosa pe
acento extranjero que Helen
la mujer. Miró de Jorge a H
¡Podrías haberme llamado para qu
con las palabras de l
zález - Dijo e hizo un ges
siquiera
izo un puchero, mirando a Jorge y luego le p
de la mujer y la
odré hacerte compañía porque, co
utes tu noche más que cualquier otra. Lo
rge claramente habían dormido juntos. Helena inhaló
ero. ¡Es normal que se di
ge negaba con la cabeza, antes de que pudiera decir
ente. Lo que le pareció una eternidad en realidad no duró más de dos segundos, cuando Jorge agarró
Jor
gió su servilleta y
dije que no quiero salir contigo, y además, ¡estoy con mi n
olo había usado un tono absolutamente aterrador con esa I
iró con desdén a Helena - ¡Esa niña no te conv
guien a lo lejos. Pronto Helena se
o. ¡Tal vez se equivocó de mesa
ano a la boca. ¿Esta
otra y jaló a la pelirroja, quien
ndez! - El gerente habl
uedes dejarnos
ge miró a Helena, quien
rge,
con Ingrid antes de que se casara. Aún así, salí con ella una vez después
eza, aceptando la disculpa. Lo que
novia? - preguntó ella, sintiendo que e
su mano sob
antaría ser tu novio, Helena. No sólo un asunto
penas nos
unca me había sentido así por otra mujer y lo siento si estoy si
ecir. Le gustaba mucho Jorge y quería conocerlo mejor. Pero
interior sentía que las próximas palabras