AGONÍA
bía equivocado al buscarla, ella lo comprendía, lo amaba, se dedicaba a él con cariño, Linda
días,
on fuerza – hacía mucho qu
arrolladora, Linda sabía que la unión física era la manera de demostrarle plenamente cuánto le quería, entregarse a él y
sentada en un silló
mor. . . ¿dón
ret – dijo sin detenerse, en
posa, al menos pudiste haberme llamad
si
o eso
a te interesa mi dolor, ¡ me cambiaré para el funeral, saldremos en treinta minutos.- qué diferencia existía entre Margaret y Linda; la primera solo
io la tenía estupefacta, además ¿eran ideas suyas o Marcus olía a
aba de llorar desconsolada, sus hermanos estaban muy afligido y su padre destroz
o totalmente como para brindar apoyo a otros, permaneció junto a sus hermanos y su padre, Margaret
apá cariño, nos nec
ego de la sepultura, Marcus tomó unos m
r tu apoyo, por tu amor incondicional y sobre todo gra
archamo
dijo con prof
unas semanas a casa de mi tío Roberth, claro sino te molesta, estoy de vacaciones, no habrá in
ijo, ve todo el ti
egu
puesto-
mamá y
upes hijo, e
adre, no había podido ver a Linda, así que durante est
ret dormía, se ducho en silencio y se introduj
esperándot
o hasta tard
mente a los ojos acariciándole la mejilla –
do, la muerte de mi madre, el estrés del trabajo-
ecesi
– empezó dispue
llegas tarde, te vas temprano, ¡no me tocas! Marcus, te necesito. . .no sé qué sucede, ni que te ma
gare
Marcus, tienes a ot
aro que te am
o con lo que le decía, la tomó entre sus brazos y mirándola fijamente d
te amo Ma
apasionado, fuerte, sensual y cariñoso, así que cuando hubo culminado de acto de amor, el
, mientras Marcus seguía viviendo a pes
con voz soñolienta? ¡Marcus la estaba engañando! ¿Cómo era Marcus capaz de hacerle eso? Se sentía herida,
ia, ira, odio, estaba t
a ella!, aquella mujer le estaba destrozando la vida, pero que ni pensará que le dejaría todo fá
do en lo que debía hacer, y maqu
y duchado; Margaret sintió que la furia bullía en su sangre. Había decidió prep
llegas- le son
besó ligeramente los lab
esco y rec
n hotel cerca
debes estar mi amor, te pre
, ya he
es para celebrar un
es? – preguntó fr
¡un hijo con Margaret, otro hijo!, se había negado un hijo con Linda, y ahora lo iba
razada aquella noche en la que le había rogado no
. . . otr
r, es mara
Linda se pondría histérica.
ecesitaba saber cuál sería su reacción, cuando supier
brazos y la besó apasionadamente- admiró tu pasión, tu deseo permanente y tus ganas de amar- en esta
cede
or
lgo ocurre, y al pare
lver ocho años atrás cuando le dijo que est
no tengo motivos p
lo t
é te r
argaret está