Todo es un arreglo del destino
icieron que el rostro de
a punto de decirle sus cu
heila definitivamente siempre se hacía la lam
entemente inteligente como para
miró a Gerald con ojos de animal
tonta como tú es que guarde silencio?". He
eres.
e espetó Gerald a su hermano al ver qu
burlonamente, obedeció
. Habiendo escuchado la conmoción fuera de la sala privada, Enoch salió para verificar qué sucedía, y no bien
ermanos Lamont, les hizo un gesto pa
och dijo tentativamente: "Gerald, ¿puedo
l", dijo Gerald, yendo directo al grano. Entonces su mi
sposa, Miranda Newell, no le creyeron del todo hasta que salió de la boca del pro
a Gerald, trató de apoyarse en él,
ecía un poco avergonzada. Afortunadamente Enoch s
de Winnie y le lanzó una mirada indicánd
do con lo que requería la situación, y si quería casarse co
hampiñones a Herbert. "Prueba esto. Este lugar es famoso por este
gamba asada en ese instante, e
acia el asiento de Herbert con la sopa en sus manos. Poniendo una mirad
". Antes de que ella pudiera
o hizo que la sopa espesa y caliente s
ó en los ojos, ella no pu
darse cuenta de que ella tenía los ojos cerrados con fuerza, inmediatamente pregun
uscamente Winnie, pues no podía dejar
lencio. Todos se preguntaban por qué Winnie no dejaba que su he
opa, pero ella no se atrevió a qui
os médicos de Ivan de
sión de que estaba bien, y tenía que aguantar hasta que
dijo de repente Gerald, quien hab
lguien que se llevara a Sheila para que la atendieran. Desp
de que ahora no era el momento ni el lugar para hacer una rabieta. Entonce
Gerald aduladoramente. "No te preocupes. Sheila
eguida, por lo que Winnie no se atrevió a se
o al cuestionar: "Gerald, ¿en serio