Mía.
R
s pasantes –. Como saben tenían hasta hoy viernes para entreg
ne que son dedicados, esto vale una nota en su universidad ¿y nadie lo hizo? Abro mi boca para comenzar
a Owen como si alguien más pud
N
abla dejando la carpeta sobre mi
señorit
ero solo asiente y vuelve a su lugar
a, ahora no nos quiere – me reclama mi
ar mis ojos es alta
a, soy su jefe, ad
o yo
te j
y por sus caras sé que son un asco. No pienso corregirlos, se
rla con besos cuando
no. Además, quiz
osotros le ense
iencia – digo par
mana, este solo era un trabajo introductorio a lo que harían y luego de este comenzaría a con
con ganas sentándose frente a mi escritori
dado completamente, p
e da una sonr
de? – alzo
ateo – un gruñido sale de mi pecho –.
? – práctica
risa en su rostro –. Aunque
– pregunte
A
onio y camino hacia el ascensor. El delicioso aroma a caramelo inunda mis fosas nasales haciendo ronronear a Owen en mi interior, me voltee para buscarla porque sabia que estaba justo tras de nosotros esperando el ascensor
o de adhería a sus caderas y trasero de una manera espectacular, sus tacos pronunciaban el musculo de sus piernas, su cabello ca
rás a la fiesta? – escuch
dolo sin entender, l
ista – volví
vertida – me alza las
s le diga a Marí
no me gusta sociabilizar mucho y ella siempre esta
que sí – blanquea sus ojos –.
tas se abren y mi compañera sale rápidamente de la caja metálica. Le doy una ultima mirada viendo como sale por
O
que alguna de las mujeres que debe frecuentar, dudo que alguien tan guapo como é
rzo no fue una buena idea. Se me debe haber bajado el azúcar y por eso siento esta incomodidad, pero
n vestido. Me adentro en una donde puedo ver en vitrina las lentejuelas rosadas que llaman inmediatamen
ndo sin fijar
Mateo llega a mis odio
bien,
consultarte algo que rond
indicándole a la vendedor
ono de mi celular y la sigo cua
s ¿Qué m
iendo a concentrarm
Qué decías? M
as ir conmigo a la gala
ola, mas que no conozco a nadie. Si no contamos a Antonio y al jefe,
a escuchar su vo
ndo por unos segundos –. Si
ntusiasta –. Pasare por ti a
acue
os hermo
dome ligeramente incomoda p
que no confu
or para colocarme el vestido. Siempre lo coloco al ultimo para evitar ensucia
ado pastel. Tiene un escote en la parte frontal que llega un poco más abajo que mis pechos, cubre hasta
mi aspecto final,
o un par de cosas en una pequeña cartera. Camino hacia mi pequeña sala de e
nsulto apret
scucho la voz de M
ense
errada, bajo el ascensor hasta el vestíbulo. Las puertas se
– me sonríe ent
respondo
Va
to a él hacia fu
sación fue trivial, si bien no me desagrada pasar tiempo con él, dudo que alguna v
perando entrar y cientos de reporteros se encargan de sacar fotos o entrevistar a los empresarios más importantes. M
rlo. Nos adentramos en el edificio siguiendo a las personas que caminan en la misma dirección, hasta que llegamos a un salón decorado elegantemente, varias mesas se enc
uestra mesa – me informa
– contesto antes
do, te bu
alcohólicas, el barman inmediatamente me atiene y mientras espero inspecciono el lugar y l
iliar que logra sobresaltarm
entregarme mi jugo, agradezco con una sonrisa tensa y luego co
o mejor que puedo en mi rostro