Mía.
O
o una mano hacia mi cabeza cuando
irándome con preocupación. Sus ojos recorren mi rostro en busca de algo y mi co
nta alzando su mano para apartar un me
i cerebro esta nublado con su cercanía y l
a olido algo tan delicioso, todo en mi cuerpo grita que acerca más, que me deje envolver por sus brazos, por su c
eo, fui al b
día, su fuerza era mayor a la mía, siempre sería mayor que la mía. Sus palabras llegan como si me las e
¿Tod
o ya no está sobre mi rostro y desearía que lo hiciera. Conecto mis ojos con los suyos perdiéndome momentáneamente e
inalmente jugando con los dedos
que quizás se sorprendiera con mi pregunta, su
S
saliva para pasar el nudo que se
beza alejándome de su tacto cua
suelta un gruñido bajo que logra erizarme la piel. Los c
ar intentando levantarme d
R
garrarla, pero se aleja de mi conta
rra y el olor a mied
ta sea, la asustas –
e la toquemos? – llori
nerla en la cama –. Si quiere
como una clara señal. Me levanto de la cama dándole u
u voz me detiene y mi corazón de acelera
arme, no me mira a mí, sino que
ndo sin pensar en las co
ctan con los míos y avanzo un
que si
os – me encojo de hombros –. Pero e
ho sobre ustedes, solo lo básico creo.
úo avanzando hacia la cama –. Es nuestra otra mitad, nuestro complemento, la persona con la
o lo mas lento posible hasta donde ella se encuentra para no espant
u compañera? – pregunta
tu
i o
antes de inh
– sus ojos brilla
uto control –. Hueles a... – llevo una mano hacia su nuca manteniéndola en su lugar, entierro mi nariz en la curvatura de su cuello y su corazón da un brinc
lguien. Todo mi cuerpo hormiguea por su cercanía, quiero estrecharla con mis brazos, quiero b
os centímetros más podría s
stre? – pregunta f
mis labios y me
os postres – respondo acari
uncir sus cejas –. ¿Cómo podría ser tu compañ
un mechón de su
Luna no le i
o que eres un Alph
S
pregunta dejándome sorprendido –. Yo solo soy una hu
s perfecta, él es
a en la cama y ale
color e
spondo con
e... ¿Qué p
tar con asombro, definitivamente e
chilla de alegría Owen –. Déjame
on una sonrisa en su rostro y olor
y el gruñido de Owen más el ceño fruncido de ella
ué hast
r a mi Lobo se volverá loco con
amás haría eso –
ue podrás controla
ido antes de
tá
quitarme la camisa bajo su atenta mirada, sus ojos pasaron de estar fijos en mi rostro a recorrer cada mi
Una leve sonrisa se forma en mis labios al ver cómo es inevitable para ella dejar de verme y Owen ronronea complacido con su reacción cuan
go dejo salir a mi lobo, quedando en cuatr
el momento solo nos ha mirado, pero el brillo de curiosidad y de como s
eres realme
al escucharla, pero gruñe en total desacuerdo cuando com
a nosotros quedando con su rostro a nuestr
aroma es aún mas fuerte cuando nos encontramos de esta manera, ya
ronronear debido a que una de la mano de su compañe
nríe sin dejar de acaric
¿puedo marcarla? –
no pu
elve a ronronear cuando Sofía acerca su nariz a la n
a carcajada, cae al suelo con el cuerpo mi lobo encima que
contra su cuello –. M
elicidad que ella desprende en este momento. Deja caer un poco más su peso sob
mo cuando vuelvo a mi forma humana incliná
nta afligido –. Solo quería e
ola y volviendo a acostarla –. Lo
e antes de mirarme, un grito de sorpresa sale de sus la
irándome y efectiva
ocándome con rapidez el p
descubierto para ver que sea cierto lo que digo y
elve a sonreír oliendo a f
de abrochar la camisa –. E
ad? – se
el ultimo botón –. Él muy fe
el ceño –. ¿T
antes de ordenar mis i
se recompone rápido –. Yo no te estaba buscando, no esperaba encontrar
elicioso aroma a felicidad es remp
co al decirlo, no me gusta el olor que tiene
cha s
– me interrumpe sin volver a
me devuelva la mirada, pero no
se intensifica y mi pecho se contrae por haber provocado eso. Retrocedo hasta la pu
n imb