Telefonía
encontraba recibiendo a una señora que llegó con su chihuahua, la señora estaba
n la vieja, perdón la señora, era muy amiga de la Doc. y
nquilidad, el tono de voz y los chillidos de la clienta daban dolor de
l mostrador así que lo tomo, y no puedo creer
da en
_gri
ar y me doy cuenta que mis manos tiemblan, cuando por fin logre tomarlo la llama finaliza, maldig
internamente en mi desgracia cuan
ije con la v
da? P
si soy
voz creo haberla escuchado antes. Pero una voz ronca, sex
e quedé dor
te aburrí como para q
ero ¿qué le digo? ¡Dile la verdad to
do que yo continuará. - lo que pasó fue que eso último que dijiste hizo que... hizo que..
iar en su voz un poco de picardía. Haci
¿Estas conforme? Dije con
me ¿Dime que hiciste
ría que le dijera si
no hice
do en mí? ¡Porque yo si
por Dios! Se mastu
n se
po es de una diosa y me encanta, me gustaría r
ien fría, Además nunca lo....
unca
e tan pero tan bajo que no
lucionarlo, ¿ta
ayudar. De repente me acordé que es
se boca con la otra mano, ¿En qué momento se
cede
PI. PI. Se escuchó del otro lado de la l
ero con mal humor, estaba enojad
ue a mi casa y después de comer me senté frente a mi or
quedé sin saldo y sin minutos, po
amargándome pensando que él
: ¡tranquilo,
n me decías que tendr
me invito y no pude negarme,
o29: ¿te a
tunidad de tener una conversación muy placente
ambién quería tener esa conversació
que me llevará ¡quién sabe a dónde!
ok, tal vez nos
29 se ha de
me dejo responder, ¿Qué quiso de
*-
a el tiempo justo para llegar a mi apartamento, bañarme y cambiarme
aba un poco más arriba de las rodillas, mis zapatos plateados y accesorio del mismo color para combinar, el cabello lo deje su
Abrí y mi amiga estaba preciosa llevaba un vestido rojo manga larga, en forma de corazón en el pecho,
taxi, así si bebíamos de más, no tendríamos e preocuparnos por manejar.... Después
par de chupitos, los bebimos mientra
disfrutado más conmigo. - recibí el mensaje e inmediatamente un
te pusieras como tonta? Dijo mientras trataba
artando mi celular, luego
disfrutar con mi amiga
ué casualidad yo
rar mi cabeza como la del exorcista para busca
que, aunque moría de ganas de ver y saber quién
elen a lo cual hice caso, perdió otras rondas más d
evanto casi me caigo, mis piernas ya estaban un poco débil a causa del licor en mis
ndo mis caderas cuando siento unas manos fuertes sujetando mi cintura y pegando su dura erección a mi trasero. Me volteó inmediata
e de ese hombre, y más cabreada por
ijo tomándome duramente de la cintura nuevamente y pegá
seguía intentando besarme. Ya las
dicho que la sueltes! - dijo
grueso, pero aun así le hizo frente a mi salvador,
enos y samaritanos, ten